El Palacio Colonna de Roma, uno de los espacios patrimoniales más exclusivos y menos accesibles de Italia, solo abre con aforo limitado para grupos reducidos los viernes y sábados por la mañana.
La residencia-museo privada, habitada por la familia Colonna desde el siglo XII, conserva pinturas, esculturas, tapices y su célebre Gran Salón de 76 metros, todo ello a resguardo del turismo de masas.
Historiadores del arte conducen las escasas visitas por salas vinculadas a figuras históricas, entre ellas el papa Martín V.
El aislamiento del palacio busca proteger su patrimonio artístico y el legado perdurable de la familia en Roma.