Cientos de toneladas de residuos vertidos ilegalmente han formado una enorme montaña de basura en un campo cerca de Kidlington, en Oxfordshire.
Las imágenes muestran un montón de al menos 60 metros de largo y diez metros de alto, y las autoridades locales advierten de que el coste de retirar la basura puede superar su presupuesto y de que su proximidad a un río supone una amenaza ecológica.
El diputado Calum Miller instó al Gobierno a intervenir, mientras que la organización benéfica Friends of the Thames afirmó que el vertedero fue creado por una red de crimen organizado.
Los grupos ecologistas califican el lugar de "un desastre ecológico enorme".