El presidente francés ha sido recibido este jueves en la capital de la República Popular por su homólogo chino. Los dos jefes de Estado han debatido sobre la guerra en Ucrania y el desequilibrio comercial entre Europa y China.
El presidente chino, Xi Jinping, recibió este jueves a su homólogo francés, Emmanuel Macron, para analizar el desequilibrio comercial con Europa y las relaciones de Pekín con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania. Al inicio de la reunión, Macron ha propuesto unatriple agenda "positiva" sobre estabilidad geopolítica, reequilibrio económico y sostenibilidad medioambiental.
"Como sabemos, tenemos muchas vías de convergencia, a veces tenemos desacuerdos, pero tenemos la responsabilidad de saber superarlos, de encontrar mecanismos de cooperación y de solución de polémicas para lograr el multilateralismo efectivo en el que creemos", añadió Macron. Este también pidió a Pekín "inversiones cruzadas" para reequilibrar la relación comercial, abogando por una cooperación con el G7 para una gobernanza económica basada en "reglas".
Por su parte, Xi Jinping ha afirmado que China tiene la intención de cooperar con Francia para "descartar cualquier interferencia" y "hacer más estable la asociación estratégica global entre ambos países"
Una asociación estratégica general
Acompañado en su viaje por 35 responsables de grandes grupos (Airbus, EDF, Danone, etc.) y empresas que van desde el lujo a la agroalimentación, Macron ha asistido también a la firma de varios contratos. Esta es la cuarta visita de Estado del presidente francés a China desde que asumió la presidencia en 2017. El propio presidente Xi fue recibido en Francia a bombo y platillo en 2024 y el Elíseo está promocionando el tiempo que Xi Jinping pasará con Macron hasta el viernes como una señal del peso de la relación.
Sin embargo, las diferencias con Francia y, más ampliamente, con Europa, son profundas. "Tenemos una expectativa constante respecto a China: que utilice su influencia con Rusia para llevarla a detener la guerra en Ucrania, a las puertas de la Unión Europea", expresan desde el Elíseo.
China dice que quiere la paz, pero nunca ha condenado la invasión de Ucrania. Socio económico y político clave de Rusia, Pekín es el mayor comprador mundial de combustibles fósiles rusos, incluidos los derivados del petróleo, alimentando así la maquinaria bélica del Kremlin. Los europeos acusan a Pekín de suministrar a Rusia componentes militares.
Durante su anterior viaje a Pekín en 2023, Macron pidió a Xi Jinping que "hiciera entrar en razón a Rusia". Sin embargo, Xi dio un trato especial a Vladímir Putin en septiembre, cuando le invitó, junto al líder norcoreano Kim Jong Un, a participar en un gigantesco desfile militar para celebrar el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
Macron también ha denunciado las prácticas comerciales desleales de China, desde los coches eléctricos hasta el acero. La relación entre China y Europa se caracteriza por un enorme déficit comercial (306.248 millones de euros) en detrimento de la UE.
París también presiona para que China invierta más en Francia, con vistas a compartir tecnologías. Los europeos también presionan para que se abra el acceso a los metales raros, de los que China domina la producción y transformación mundial, y que utilizó en 2025 para sacudir las cadenas de suministro mundiales y europeas.
Como colofón a esta visita diplomática, las dos parejas presidenciales volverán a reunirse el viernes en un ambiente más informal en Chengdú, en la provincia de Sichuán, hogar de los pandas gigantes que se han convertido en embajadores de Pekín en todo el mundo.