Estos pueblos indígenas son, paradójicamente, en muchos casos los que sufren más de cerca las consecuencias de los desarreglos del clima
Son los grandes excluídos de la conferencia sobre el clima en París. Los pueblos indígenas y tribales. En su defensa argumentan que son los mejores guardianes de los entornos naturales en los que viven.
Patricia Gualinga, repersentante del pueblo Quechua de Sarayaku:
“ Criticamos duramente el hecho de que los pueblos indígenas no sean reconocidos como un actor de primer orden que ya ha mitigado el calentamiento global, con la defensa de nuestros bosques, luchando contra la extracción de petróleo y minerales, en el mantemiento de las selvas tropicales. Por eso, un pequeño pueblo de 1200 habitantes en la Amazonia ecuatoriana ha venido aquí a París a la Cop21 para tratar de crear una conciencia global sobre cómo encontrar soluciones a un problema tan difícil como el calentamiento global”
Estos pueblos indígenas son, paradójicamente, en muchos casos los que sufren más de cerca las consecuencias de los desarreglos del clima. En el caso de los Quechua de Sarayaku llegan a París con una propuesta clara: que la “selva viviente” sea reconocida como una categoría legal de área protegida.