El nuevo puente quedará reconstruido en 2020 y con diseño de Renzo Piano
Seis segundos de explosiones controladas han bastado para destruir por completo el puente Morandi de Génova, en el noroeste de Italia.
El mismo que hace casi un año se vino parcialmente abajo en una tragedia que se saldó con 43 muertos y puso en entredicho la gestión de las autoridades y la empresa concesionaria.
Para la demolición, se ha utilizado casi una tonelada de dinamita y y se han accionado chorros de agua para crear un muro que evite la difusión de las partículas de polvo y amianto del cemento. Cerca de 3.500 personas han tenido que ser evacuadas.
Luigi Di Maio y Matteo Salvini, los dos líderes populistas del gobierno italiano, asistieron al acto tras meses de disputa contra la empresa concesionaria de la autopista, y su administración, Autostrade per lItalia.
Actualmente cerca de 20 directivos de la filial de Atlantia están siendo investigados para tratar de esclarecer las razones del siniestro.
Además de las víctimas mortales, cerca de 300 familias han perdido sus casas ya que se encontraban bajo el puente y tendrán que ser derrumbadas.
La construcción del nuevo puente está previsto que termine en la primavera de 2020., y tendrá un coste de 202 millones de euros.
Se contempla una cubierta de acero de 1.100 metros de longitud, con 19 pilares elípticos separados a una distancia de 50 metros.