El Ejecutivo catalán espera que esta movilización aune fuerzas para hacer frente a la cercana sentencia del Tribunal Supremo que afecta a los políticos separatistas presos.
Cae la participación en la manifestación de la Diada, la fiesta oficial de Cataluña. Según la Guardia Urbana de Barcelona, la manifestación ha reunido a 600.000 personas, unas 400.000 menos que hace un año. El Govern espera que esta movilización masiva ayude a responder a la cercana sentencia judicial del Supremo que afecta a los políticos separatistas del ‘procés’. También para aparcar las diferencias que se estaban dando en el seno del independentismo. Una división que ha supuesto que este año las entidades organizadoras no hayan contado con los partidos políticos para liderar la cabecera de la manifestación.
En su discurso previo a la diada, el presidente de la Generalitat ha hecho referencia a esas diferencias internas. "Si todavía no somos libres, es porque aún no hemos terminado el camino", ha señalado, "os pido que no nos detengamos y que avancemos juntos para hacer realidad nuestros sueños y nuestros anhelos", ha añadido.
A pesar de que políticos y partidos no han acudido como representantes a las manifestación, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, así como algunos como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han asistido a la ofrenda floral frente al monumento de Rafael Casanova, símbolo de la defensa de las instituciones catalanas.