Mientras que Europa y Asia Central estaban a punto de pasar página en lo que respecta a las enfermedades prevenibles mediante vacunación, enfermedades como el sarampión y la tos ferina llaman ahora a las puertas de las familias, impulsadas por el descenso de las tasas de vacunación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han lanzado nuevas advertencias que revelan una crisis silenciosa que amenaza la salud de millones de niños en 53 países de la región. Según las últimas estimaciones de ambas organizaciones, las tasas de vacunación contra el sarampión, la tos ferina y otras enfermedades no están donde deberían. Las tasas en 2024 se mantuvieron estables o disminuyeron un 1% en comparación con 2023, lo que refleja una ralentización de la recuperación tras la pandemia.
A pesar de los esfuerzos, más de la mitad de los países afectados no alcanzaron los objetivos de "inmunidad colectiva" para las vacunas triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y/o DTP (difteria, tos ferina y tétanos), mientras que casi un tercio notificó tasas de vacunación inferiores al 90%.
Alerta de brotes generalizados de enfermedades
El Dr. Hans-Henri Kluge, Director Regional de la OMS para Europa, presentó cifras alarmantes: "Sólo el año pasado se registraron casi 300.000 casos de tos ferina en nuestra región, tres veces más que el año anterior. Más de 125.000 personas contrajeron sarampión en 2024, el doble que en 2023". No se trata sólo de cifras, dijo, sino de cientos de miles de familias que pagan el precio del descenso de la inmunización.
Kluge subrayó la necesidad de invertir en sistemas sanitarios locales fuertes, facilitar el acceso a las vacunas en los distintos barrios y contrarrestar la desinformación. También subrayó la importancia de apoyar a los trabajadores sanitarios, especialmente en las zonas remotas, y de capacitar a las comunidades con información fiable para animar a los padres a vacunar con confianza a sus hijos.
Regina de Dominicis, Directora Regional de UNICEF para Europa y Asia Central, afirmó que el éxito de los programas de vacunación en décadas pasadas ha hecho que las nuevas generaciones pierdan de vista la gravedad de las enfermedades prevenibles. "Esta laxitud, unida a la difusión de información errónea, provocó un aumento de los casos de sarampión el año pasado, el más alto en casi 30 años", afirmó.
La falta de inversión pública en sistemas sanitarios comunitarios y la persistencia de lagunas en el acceso a la atención sanitaria y la información harán que más niños estén expuestos a enfermedades graves, con complicaciones a largo plazo que pueden provocar la muerte, afirmó.
Mejora significativa en la aceptación de nuevas vacunas
A pesar del descenso general, los datos revelaron que algunos países han logrado avances significativos en la inclusión de nuevas vacunas en sus programas nacionales, sobre todo la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
Entre 2019 y 2024, se han producido aumentos constantes en las tasas de vacunación, lo que se ha traducido en tasas más bajas de VPH y cáncer de cuello uterino asociado, así como en tasas más bajas de ingresos hospitalarios por diarrea, neumonía e infecciones bacterianas.
El Dr. Kluge insistió en la necesidad de ser inflexibles: "Mientras trazamos el camino a seguir en Europa y Asia Central, las vacunas deben seguir siendo una prioridad absoluta. El trabajo está lejos de haber terminado. Necesitamos una acción urgente y colectiva para colmar las lagunas y evitar el retorno de enfermedades prevenibles."