Las familias de los rehenes israelíes se han manifestado en Israel para conmemorar los 700 días transcurridos desde el ataque de Hamás del 7 de octubre. Los manifestantes han exigido al primer ministro Benjamín Netanyahu que abandone su plan de ampliar la ofensiva en Gaza.
El sábado están previstas en todo Israel grandes protestas organizadas por las familias de los rehenes para conmemorar los 700 días transcurridos desde el ataque de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. La concentración para conmemorar el ataque, en el que murieron 1.200 personas y 251 tomaron rehenes, tendrá lugar en Tel Aviv, Jerusalén y la ciudad meridional de Kiryat Gat.
El Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos, que hace campaña por la liberación de los rehenes capturados y llevados por Hamás a la Franja de Gaza, publicó en X que este fin de semana se cumplen "los incomprensibles 700 días que nuestros seres queridos llevan cautivos". De los 251 israelíes llevados por la fuerza a Gaza, se cree que 48 siguen retenidos en la Franja. Se cree que al menos 20 están vivos, después de que algunos fueran liberados en diversos acuerdos.
El Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos hizo un llamamiento tanto a Israel como a Hamás para que "se sienten a la mesa de negociaciones" y pidió a Israel que abandone su plan propuesto de tomar la ciudad de Gaza, que, en su opinión, supone una "amenaza real para los rehenes, tanto los vivos como los fallecidos".
La ofensiva militar continúa
En agosto, el gabinete de seguridad israelí aprobó planes para tomar la ciudad de Gaza, que, según afirma, es un bastión de Hamás donde los militantes han creado una vasta red de túneles. Al menos 60.000 reservistas han sido llamados a filas para apoyar el plan, que ha suscitado críticas dentro y fuera del país. Los manifestantes afirman que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su gabinete no han logrado un acuerdo de alto el fuego y, en su lugar, están intensificando la ofensiva en Gaza.
Un grupo de al menos 600 reservistas se ha negado a volver a prestar servicio en la ofensiva, acusando a Netanyahu de prolongar la guerra con fines políticos y de no llegar a un acuerdo sobre los rehenes. "La guerra de agresión en curso de Netanyahu pone innecesariamente en peligro a nuestros propios rehenes y ha causado estragos en el tejido de la sociedad israelí, al tiempo que mata, mutila y mata de hambre a toda una población de civiles de Gaza", declaró a la prensa Max Kresch, miembro del recién formado grupo Soldados por los Rehenes.
Netanyahu afirmó que la guerra continuará hasta que se devuelvan todos los rehenes y Hamás se rinda. "Nos enfrentamos a la fase decisiva", dijo Netanyahu en una declaración en vídeo dirigida a las tropas. "Con la ayuda de Dios, juntos venceremos".
El alto el fuego se estanca
Hamás emitió un comunicado a última hora del miércoles en el que afirmaba estar abierto a la devolución de los 48 rehenes que aún retiene a cambio de prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero, la retirada de las fuerzas israelíes de toda Gaza, la apertura de los pasos fronterizos y el inicio del proceso de reconstrucción de la Franja, prácticamente arrasada en la guerra. La oficina de Netanyahu tachó la oferta de "patraña". Afirmó que la guerra continuaría hasta que se devolvieran todos los rehenes, se desarmara a Hamás e Israel tuviera el pleno control de la seguridad del territorio, delegando en otros la administración civil.
Las conversaciones sobre un alto el fuego temporal que habría permitido la devolución de algunos de los rehenes se rompieron cuando el enviado de Estados Unidos a Oriente Próximo, Steve Witkoff, abandonó el acuerdo, culpando a Hamás. El Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, que no distingue entre militantes y civiles, declaró que 64.231 palestinos han muerto desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, que, según los expertos, ha llevado a la Franja y a su población al borde de la hambruna.