El presidente Emmanuel Macron se reunió en el Elíseo con Nicolas Sarkozy antes de su ingreso en la prisión de la Santé. El gesto de apoyo llega en medio de una gran polémica política y judicial en Francia por el encarcelamiento preventivo del expresidente, acusado de financiación ilegal.
"Era normal que, a nivel humano, recibiera a uno de mis predecesores", explicó Emmanuel Macron. Como se supo este lunes, el presidente francés recibió el viernes en el Elíseo a Nicolas Sarkozy, su antecesor, durante una reunión que se prolongó cerca de una hora.
El gesto de apoyo de Emmanuel Macron llega en un momento delicado: Nicolas Sarkozy ingresa en prisión este martes en la prisión de la Santé, en París. Por razones de seguridad, el expresidente va a estar incomunicado en una celda de nueve metros cuadrados, donde cumple el inicio de su detención preventiva.
En una entrevista publicada el domingo por el diario 'Le Figaro', Sarkozy declaró que ingresaría en prisión "con la cabeza alta", acompañado únicamente por una biografía de Jesús y la novela 'El Conde de Montecristo'. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, afirmó en la radio que irá a visitarlo en la cárcel, admitiendo sentir "una gran tristeza" ante la situación de su amigo.
Sus declaraciones provocaron una fuerte reacción entre los sindicatos de magistrados, que criticaron al ministro por mezclar la amistad personal con su función institucional. En respuesta, Darmanin recordó que su cargo le permite visitar cualquier prisión y cualquier detenido, y subrayó que es su "responsabilidad garantizar la buena organización y la seguridad" de una detención tan excepcional como la de un exjefe de Estado.
La derecha cierra filas en torno a Sarkozy
Desde la derecha política, el ex primer ministro Édouard Balladur visitó el lunes a Sarkozy en su domicilio, mientras que el presidente de Los Republicanos en el Senado, Gérard Larcher, expresó su tristeza y elogió el "coraje" del expresidente. Por su parte, François Hollande recordó la independencia del Poder Judicial, aunque reconoció "lo que puede representar este encarcelamiento para un hombre que sirvió a Francia".
El encarcelamiento preventivo de Nicolas Sarkozy, antes de que se resuelva su apelación, ha desatado una intensa polémica en Francia. El tribunal justifica la medida al considerar "la excepcional gravedad de los hechos".
Sarkozy fue declarado culpable de haber permitido que dos de sus colaboradores organizaran un plan para financiar su campaña presidencial de 2007 con fondos del régimen de Muamar Gadafi. El exmandatario mantiene su inocencia y repite que nunca se presentaron pruebas concluyentes en su contra.
Tras su ingreso en prisión, Nicolas Sarkozy se convertiría en el primer expresidente francés en ser encarcelado. Sus abogados ya han presentado un recurso y, a ojos de la Justicia, vuelve a presumirse su inocencia.
Solicitarán su puesta en libertad en cuanto se formalice la detención, y el Tribunal de Apelación dispondrá de dos meses para pronunciarse. La ley francesa establece que una detención sólo puede mantenerse si es "el único medio" para garantizar la seguridad del acusado o impedir que huya, reincida o presione a los testigos.