El cierre en EE.UU. afecta a 37.000 soldados estadounidenses en Alemania: el Ejército recomienda ayuda de emergencia, incluso acudir al banco de alimentos. ¿Existe la amenaza de una pérdida total de sueldo a mediados de noviembre?
Unos 37.000 soldados estadounidenses, incluidos los de la base aérea de Ramstein y los de la guarnición estadounidense de Baviera, están preocupados por su sueldo. Como demócratas y republicanos se enfrentan por el presupuesto, Estados Unidos impuso un cierre el 1 de octubre. Para los funcionarios, esto significa no tener dinero y, en algunos casos, incluso bajas forzosas. A día de hoy, es el cierre más largo de la historia de Estados Unidos.
El Ejército estadounidense ha publicado en su sitio web una guía con consejos y trucos para que los soldados estadounidenses en Alemania puedan sobrevivir al cierre. Incluye enlaces a prestaciones sociales de emergencia y préstamos. Las autoridades también recomiendan a sus soldados diversas organizaciones alemanas, como el banco de alimentos y el reparto de comida. En este último, los voluntarios depositan los alimentos sobrantes en frigoríficos abiertos al público.
Sin prestaciones alemanas para los soldados estadounidenses
Sin salario, los soldados estarían solos. Y es que el experto en derecho laboral Michael Fuhlrott cree que las prestaciones sociales alemanas son un agujero negro para ellos. "Legalmente, no es posible que los soldados estadounidenses en Alemania reciban prestaciones ciudadanas. Al fin y al cabo, suelen estar en Alemania sólo temporalmente".
También se aplica un reglamento de la OTAN. Impide aplicar a las tropas extranjeras las disposiciones alemanas en materia de seguridad social y bienestar. Esto incluye también prestaciones como el subsidio de ciudadanía. Con ello se pretende evitar la doble prestación.
No obstante, es posible que el Estado alemán preste un apoyo limitado: "En determinados casos, es posible que los soldados estadounidenses en Alemania tengan derecho a prestaciones sociales como el subsidio parental o el subsidio familiar", afirma Fuhlrott. Por el momento, el Ministerio de Hacienda ha decidido hacerse cargo de los aproximadamente 12.000 empleados civiles de las distintas bases militares estadounidenses.
El Gobierno federal ha aportado 43 millones de euros para que los empleados de las áreas de logística, catering, suministros y seguridad no se queden en la estacada. Se trata de un pago a crédito. En cuanto se levante la congelación presupuestaria, Estados Unidos tendrá que devolver el dinero.
¿No habrá dinero en noviembre?
La angustiosa espera terminó en el último minuto para los soldados estadounidenses destinados en el extranjero. A pesar de todo, recibieron su paga a finales de octubre. No está claro qué ocurrirá con el pago a mediados de noviembre. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, declaró a la cadena estadounidense 'CBS News': "A partir del 15 de noviembre, nuestros militares dispuestos a arriesgar sus vidas ya no podrán recibir su paga". A diferencia de Alemania, en Estados Unidos es costumbre cobrar cada quince días.
El dinero para los sueldos de las tropas a finales de octubre se habría desviado de varias fuentes: 2.500 millones de dólares habrían procedido de la ley de recortes fiscales aprobada por el Gobierno en verano. 1.400 millones procedían de una cuenta de adquisiciones militares y otros 1.400 millones de investigación y desarrollo, según varios medios de comunicación estadounidenses.
Un ahorro pírrico
El presidente estadounidense, Donald Trump, también habría recibido una donación de un 'amigo' anónimo. Pagó 130 millones de dólares (113.241 millones de euros) al Estado. "La donación se hizo con la condición de que se utilizara para cubrir el coste de los salarios y las prestaciones de los soldados", declaró a la 'CNN' el portavoz jefe del Pentágono, Sean Parnell.
El dinero se necesita urgentemente porque "menos de una de cada tres familias de militares tiene ahorros de 3.000 dólares", según Blue Star Families, una iniciativa fundada por militares.
Para los soldados estadounidenses en todo el mundo, incluida Alemania, continúa el temblor por saber si el próximo sueldo llegará a sus cuentas bancarias a mediados de noviembre. Destacados políticos demócratas y republicanos han mantenido recientemente la perspectiva de poner fin al cierre, entre ellos John Thune, líder de la mayoría republicana en el Senado. Se muestra "optimista" ante la posibilidad de que el Senado llegue a un acuerdo sobre el presupuesto a finales de semana.