Este nuevo buque de reconocimiento marítimo está equipado para realizar misiones de guerra submarina. Pero, ¿está capacitado para hacer frente a la tecnología del Kremlin?
El nuevo avión de combate naval del Ejército alemán ha sido recibido por el ministro de Defensa, Boris Pistorius, en el aeropuerto Berlín-Brandeburgo, tras despegar desde Estados Unidos y volar a la capital alemana con escala en Islandia.
Los estadounidenses venderán ocho aviones P-8A Poseidón, con una autonomía de vuelo de 7.000 kilómetros, por un coste de 3.100 millones de euros. Los pilotos podrán lanzar torpedos de 2,7 metros y un peso de 300 kilos para hundir submarinos. El Poseidón tiene espacio para cinco de estos torpedos, denominados MK-54.
La Defensa alemana quiere prepararse para una hipotética guerra submarina. Para ello se ha modernizado el avión comercial Boeing 737. La versión naval del avión está equipada con todo tipo de tecnología moderna, como escotillas para torpedos y boyas. En concreto, el Poseidón puede desplegar boyas sonar para localizar submarinos mediante ondas sonoras.
Este avión de reconocimiento marítimo también puede atacar objetivos en tierra. "El P-8 reforzará de forma sostenible nuestras capacidades de reconocimiento marítimo, vigilancia marítima global y, en particular, de detección y lucha contra submarinos enemigos", declara a 'Der Spiegel' el inspector naval Jan Christian Kaack. La tripulación táctica incluye tres pilotos, dos coordinadores tácticos y seis operadores de sensores.
La vigilancia en el Atlántico Norte
La Armada tiene la intención de utilizar el avión principalmente en el Atlántico Norte. Allí se encuentra la llamada brecha GIUK, una zona marítima de importancia estratégica que se considera la principal arteria de abastecimiento de la OTAN. La GIUK está situada entre Groenlandia, Islandia y el Reino Unido. En caso de ataque, los submarinos rusos podrían interrumpir en esta zona las líneas de suministro occidentales.
Rusia también podría atacar desde el mar Báltico a través de San Petersburgo o desde el Mediterráneo a través del estrecho de Gibraltar. Tras años de austeridad, las aguas europeas se consideran insuficientemente protegidas, pese a que miles de kilómetros de cables de telecomunicaciones se encuentran en su lecho marino.
Los submarinos rusos intentan espiarlos y, en algunos casos, dañarlos. Europa está en alerta desde que varios oleoductos Nord Stream fuesen bombardeados en septiembre de 2022 por acción de Ucrania.
Misión: reforzar la OTAN
Para proteger mejor las infraestructuras críticas, Reino Unido y Alemania firmaron en 2024 el Acuerdo Trinity House para realizar vuelos conjuntos de patrulla sobre el mar del Norte y el Atlántico. En algunos casos, los Poseidón despegarán de la base militar de Lossiemouth, en Escocia. La atención se centra también en los submarinos nucleares rusos. "Se trata de saber dónde están y qué hacen. Podemos hacerlo con el P-8 Poseidón", declaró Pistorius durante una visita a Escocia hace unas semanas.
Además de Alemania, Estados Unidos o Reino Unido, otros socios de la OTAN también disponen de este avión de patrulla marítima, entre ellos Noruega. Con el P-8A, la Bundeswehr sustituye a sus anteriores aviones P-3C Orion. Estas aeronaves de hélice tienen ya unos 40 años y fueron adquiridas de segunda mano a Países Bajos en 2004.
También se utilizan en Portugal, que ha adquirido seis aparatos para ampliar su flota actual de P-3C Orion. El Poseidón que llega hoy está estacionado en la base aérea de Nordholz, en el distrito de Cuxhaven, una base de reconocimiento de la OTAN.