En las últimas semanas se han visto drones sobrevolando ilegalmente varias instalaciones militares e industriales, sin que se haya identificado a nadie como responsable. Este fenómeno, observado en varios países europeos, aviva la preocupación por posibles operaciones de injerencia o espionaje.
En Francia, varias instalaciones militares e industriales claves han sido sobrevolados en las últimas semanas por drones. De momento, las investigaciones no han logrado identificar al responsable o responsables de estas incursiones.
En Bergerac (Dordoña), la fábrica Eurenco, que produce pólvora y explosivos militares, fue sobrevolada dos veces, el lunes y el miércoles, según la prefectura de Périgord. Eurenco ha presentado una denuncia, mientras que las autoridades han reforzado la vigilancia y autorizado el uso de inhibidores para romper el enlace entre un dron y su piloto.
En la región de Haut-Rhin, un dron sobrevoló el martes la comisaría de Mulhouse y después una estación de clasificación ferroviaria por la que transitaba un convoy especial que transportaba tanques Leclerc. En el departamento de Marne, la base militar de Mourmelon fue abordada por tres drones simultáneamente a principios de octubre, tras un primer sobrevuelo en septiembre.
Varios países europeos afectados
Estas intrusiones se inscriben en una serie de incidentes similares ocurridos en Europa desde el verano. En Bélgica se están investigando 17 casos, algunos de los cuales causaron importantes trastornos en el aeropuerto de Bruselas a principios de noviembre.
En Alemania, se observaron sobrevuelos de drones a principios de octubre sobre el aeropuerto de Múnich. Berlín ha autorizado el derribo de drones sospechosos y tiene previsto crear un "centro de defensa antidrones".
También se han registrado incursiones similares en Dinamarca, Noruega, Rumanía, Polonia, Estonia y Lituania desde principios de año. Se sospecha firmemente que Rusia está detrás de estas intrusiones.