El Gobierno alemán quiere restablecer el servicio militar obligatorio: los jóvenes de 18 años volverán a ser reclutados. Para muchos adolescentes como Jimi, de Berlín, es una pesadilla. Pero podría haber una luz al final del túnel.
Para adolescentes como Jimi Herken, de 17 años, de Berlín, las cosas se ponen difíciles. Se comenta que la CDU/CSU y el SPD han llegado a un acuerdo: los hombres de 18 años deben ser reclutados. Si no hay suficientes voluntarios entre los aptos para el servicio militar, se celebrará un sorteo, según el diario alemán 'Bild'.
Jimi acaba de empezar a estudiar informática en la capital y la vida adulta está a la vuelta de la esquina. En su tiempo libre, participa en la organización juvenil Left-wing Youth (Juventud de izquierda), y participar en campañas contra el servicio militar es especialmente importante para él estos días.
"No tengo ningún deseo de morir en la guerra", dice Jimi a 'Euronews' durante una manifestación en el puente Marschall. Una quincena de personas, jóvenes y mayores, se han reunido en esta mañana fría y gris de noviembre en las afueras del distrito gubernamental de Berlín. "Por razones ideológicas, para mí es impensable ir a la guerra por un país. El riesgo de resultar herido o morir es demasiado alto. Tampoco quiero correr el riesgo de hacer daño a otros". Los acontecimientos actuales preocupan a Jimi y a sus amigos. Se sienten excluidos del debate. A nadie le interesa realmente lo que piensan los jóvenes y los afectados por el servicio militar.
El Ejército de los pobres
Arrastrarse por el barro, aprender a disparar junto a sus compañeros y tumbarse en las trincheras en caso de emergencia: ideas que asustan a Jimi. "Me negaré rotundamente. En caso de emergencia, si me llamaran a filas, intentaría escapar". Jimi aún no sabe adónde. Nina Fiedler, de 20 años, también está segura de que no se alistará en el Ejército. Da un discurso en la protesta, hablando de la "reintroducción de un sistema de control y coerción". El año que viene quiere empezar a estudiar carpintería.
"Me involucro porque no quiero que mis amigos mueran por una guerra que no empezamos". Nina sospecha motivos ocultos: "Si sólo se tratara de defensa, no habría tanto armamento. Creo que el gobierno también atacaría en caso de emergencia".
Nina es miembro de la alianza '¡No al servicio militar obligatorio!' desde hace unos meses. Como mujer, no se ve afectada por el actual proyecto de ley, pero en una entrevista con 'Euronews' hace unas semanas, la CDU/CSU expresó su voluntad de reclutar mujeres. Nina teme que sobre todo las jóvenes más pobres acaben alistándose en la Bundeswehr (las Fuerzas Armadas de Alemania), como proclamó en su discurso. No tienen "perspectivas" y se verían atraídas por el aumento de sueldo, el permiso de conducir y otras promesas de la Bundeswehr que probablemente no interesen a los hijos de familias más acomodadas, considera.
Preocupación por la Tercera Guerra Mundial
En Alemania, la Ley Fundamental otorga a todos el derecho a rechazar el servicio militar. El artículo 4 dice: "Nadie puede ser obligado a hacer el servicio militar con un arma contra su conciencia". Para Michael Schulze von Glaßer, que en una ocasión fue él mismo llamado a filas pero que de otro modo se habría negado, éste es probablemente uno de los apartados más importantes de la Ley Fundamental. Es director político de la Sociedad Alemana por la Paz - Opositores Unidos al Servicio Militar (DFG-VK), una organización que hace campaña en favor de los objetores de conciencia.
"El mundo no mejorará si la gente se mata entre sí", explica. Desde que se inició el debate sobre el servicio militar en primavera, cada vez más jóvenes y sus padres se han acercado a la organización. "El Ejército es una gran intrusión en la planificación de la vida. La Bundeswehr también asusta a la gente con jerarquías y titulares negativos".
Schulze von Glaßer consideró durante mucho tiempo que algo como la Tercera Guerra Mundial era poco realista, pero desde que se suspendió el freno de la deuda, ya no está tan seguro. Incluso soldados entrenados de la Bundeswehr se dirigen a él con preocupación. "Una guerrase convertiría rápidamente en nuclear. La paz mediante la disuasión es peligrosa. El servicio militar obligatorio sólo alimenta la carrera armamentística", explica Schulze von Glaßer.
La ley sobre el servicio militar se aprobará en el Bundestag el 5 de diciembre. Schulze von Glaßer y Nina quieren volver a manifestarse ese día. Para Jimi, de 17 años, esto mostrará adónde le llevará el futuro.