Europa planea que la mayor parte de sus nuevos pedidos militares vayan a fabricantes locales, provocando una queja formal de EE.UU. El subsecretario de Estado criticó en la OTAN que los aliados prioricen a sus industrias sobre los proveedores estadounidenses en el gasto en defensa.
Europa comprará armas para armarse, pero ¿a quién? Tras el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, el entonces canciller alemán, Olaf Scholz, anunció un cambio de rumbo: además de la independencia energética, Alemania debería contar con una capacidad propia de seguridad y defensa más potente.
Desde entonces, el país se ha ido rearmando. El proyecto de presupuesto para 2026 prevé actualmente unos gastos de defensa de unos 108.200 millones de euros. Esta cifra se reparte entre 82.700 millones de euros del presupuesto ordinario y 25.500 millones de euros del fondo especial de las Fuerzas Armadas alemanas, la Bundeswehr.
La mayoría de los contratos de adquisición se adjudicarán a fabricantes europeos. Solo alrededor del 8% se comprará en Estados Unidos. En una reunión de la OTAN, el vicesecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, criticó a los países europeos por dar prioridad a sus propias industrias de defensa frente a los proveedores estadounidenses. Landau pidió a Europa que tradujera su gasto en defensa en capacidades operativas y que no excluyera a las empresas estadounidenses del mercado.
Entre 2020 y 2024, se importaron más del triple de armas de EE.UU. a Europa, incluida Ucrania, que en los cinco años anteriores. El porcentaje de exportaciones de armas estadounidenses a Europa aumentó del 13% al 35%. Alemania aumentó sus importaciones en un 334%, de las que alrededor del 70% procedían de Estados Unidos.
El exgeneral estadounidense Ben Hodges declaró a 'Euronews': "Dónde compre Alemania su material de defensa debería depender principalmente de lo que ofrezca a la Bundeswehr la mejor capacidad".
AunqueBerlín confía en las empresas de defensa locales, no pueden, o no quieren, producir todo lo que su Ejército necesita. Esto incluye, por ejemplo, el avión de combate F35, 35 de los cuales se compraron recientemente al contratista de defensa estadounidense Lockheed Martin utilizando fondos especiales. Debido a las tecnologías altamente complejas y confidenciales del caza, no es posible su producción fuera de Estados Unidos.
Ya se ha debatido si los cazas europeos, como el Gripen sueco, podrían sustituir al F-35. El F-35A, es decir, el modelo que también recibirán las Fuerzas Armadas de Alemania, está certificado para transportar la bomba nuclear estadounidense B61-12.
Esto significa que el avión es capaz de transportar tanto armas convencionales como nucleares y se considera una posible plataforma sucesora de los aviones con capacidad nuclear más antiguos, como el Tornado, como parte del programa nuclear compartido de la OTAN. En el marco de su programa de compartición nuclear, Estados Unidos ha estacionado armas nucleares en Büchel, en Renania-Palatinado.
Del 2% al 3,5% en gasto militar
Ya antes de su primer mandato, el presidente estadounidense Donald Trump pidió que Europa se valiera por sí misma en materia de defensa. Trump dijo en un acto de campaña en 2016: "Protegemos a los países y luego vienen estos estúpidos y dicen: 'Pero si tenemos un tratado'. Yo dije: 'Sí, ellos también tienen un tratado: tienen que pagar'".
El año pasado, Alemania alcanzó por primera vez el objetivo del 2% de la OTAN, según el cual todos los Estados miembros deben gastar permanentemente al menos el ese porcentaje de su producto interior bruto (PIB) en defensa. Este año, sin embargo, Trump exigió un gasto en defensa equivalente al 5% del PIB.
Sin embargo, los Estados miembros acordaron un 3,5% en junio de este año. Según el Ministerio de defensa, se espera que Alemania alcance esta cifra en 2029. Según sus propias cifras, Berlín prevé gastar más de 108.000 millones de euros en la Bundeswehr en 2026, con una tendencia al alza hasta unos 152.000 millones de euros en 2029, lo que corresponde a una triplicar el valor respecto a 2023.
El Parlamento federal alemán, el Bundestag, aprobó a finales de noviembre el presupuesto de defensa para 2026: 82.690 millones de euros procederán de la sección 14 y 25.510 millones de euros del fondo especial de las Fuerzas Armadas.