El Reino Unido lidera el teletrabajo en Europa, impulsado por factores culturales y económicos. Un estudio global muestra la estabilización de esta práctica, aunque con notables diferencias entre países. Se anticipan cambios futuros en el modelo de trabajo híbrido.
El Reino Unido tiene la tasa más alta de teletrabajo entre 18 países europeos, con empleados que trabajan una media de 1,8 días a la semana desde casa. A escala más amplia, este total también sitúa al Reino Unido en segundo lugar entre 40 naciones. Pero, aparte del Reino Unido, ¿en qué se diferencian las tasas de trabajo desde casa en Europa y en el mundo? ¿Y qué puede explicar las variaciones entre países?
La Encuesta Mundial sobre las Modalidades de Trabajo (G-SWA) muestra que las tendencias del teletrabajo han evolucionado desde la pandemia del COVID-19. La cuarta oleada de la encuesta, realizada entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, cubre a los trabajadores a tiempo completo de entre 20 y 64 años que han completado la educación terciaria (colegio o universidad).
Mientras que la media mundial de teletrabajo se sitúa en 1,2 días a la semana, las tasas de teletrabajo varían significativamente entre los 40 países encuestados, desde solo 0,5 días a la semana en Corea del Sur hasta 1,9 días en Canadá.
¿Por qué el Reino Unido lidera el teletrabajo híbrido?
Según Cevat Giray Aksoy, economista jefe del BERD y profesor asociado de Economía en el King's College de Londres, son varios los factores que explican que el Reino Unido ocupe el primer puesto. "El Reino Unido obtiene una alta puntuación en individualismo cultural, que está estrechamente relacionado con la comodidad en entornos de trabajo autónomo", afirmó Giray Aksoy.
Aksoy señaló que el Reino Unido experimentó largos y estrictos confinamientos, lo que aceleró la adopción de infraestructuras y normas de trabajo a distancia. También explicó que el mercado laboral británico se concentra en los sectores de servicios —como las finanzas, la consultoría y los medios de comunicación—, en los que el teletrabajo puede ser una opción práctica.
"Lo más importante es que los trabajadores británicos han desarrollado preferencias firmes y duraderas por el trabajo híbrido, y suelen desear 2-3 días de teletrabajo a la semana. Ya no se trata de un beneficio marginal, sino de una expectativa básica", afirmó. Aksoy advirtió de que las empresas que ignoren esta realidad pueden encontrarse en grave desventaja a la hora de atraer y retener talento, sobre todo si compiten con empleadores de otros países anglófonos que han adoptado la flexibilidad.
Finlandia, Alemania y Portugal tienen una media de más de 1,5 días de teletrabajo a la semana
En Europa, Finlandia (1,7 días) y Alemania (1,6 días) siguen al Reino Unido en la clasificación. Los índices de teletrabajo también son relativamente altos en Portugal (1,5 días), así como en Hungría y Países Bajos (ambos con 1,4 días).
Los empleados de Chequia, Italia y Suecia trabajan desde casa 1,3 días a la semana, ligeramente por encima de la media mundial. Rumanía, España y Austria se sitúan en la media mundial, con 1,2 días de trabajo a distancia a la semana.
¿Qué explica las diferencias en el trabajo a distancia?
Aksoy atribuye las diferencias entre los países europeos a una combinación de factores estructurales, culturales y económicos.
"Entre ellos, el factor de predicción más potente es el individualismo, un rasgo cultural que prima la autonomía personal, la autosuficiencia y la independencia frente a los objetivos colectivos o la supervisión estrecha", afirma.
Añadió que también influyen otros factores. Entre ellos, la gravedad y duración de los confinamientos por COVID-19, la densidad de población y la estructura industrial de cada economía. Por ejemplo, los países con una mayor proporción de sectores favorables a la movilidad remota, como la informática y las finanzas, están mejor posicionados para apoyar los modelos híbridos. Los países densamente poblados también suelen registrar niveles más altos de teletrabajo, en parte debido a los desplazamientos más largos.
¿Por qué Grecia tiene la tasa más baja?
Grecia registra la tasa más baja de Europa, con solo 0,6 días a la semana.
"Parte de la explicación reside en la estructura de la economía griega, que se apoya en gran medida en sectores como el turismo, el comercio minorista y la hostelería, empleos que suelen requerir presencia física", explica Aksoy.
"Pero también influyen factores culturales e institucionales más profundos. Grecia tiene una puntuación relativamente baja en individualismo", añadió.
Afirmó que la adopción digital y las prácticas de gestión estaban relativamente poco desarrolladas antes de la pandemia, lo que probablemente ralentizó la normalización del trabajo a distancia.
Los países nórdicos se dividen en tendencias de trabajo a distancia
Mientras que Finlandia ocupa el segundo lugar en Europa, con 1,7 días de trabajo a distancia por semana, Noruega y Dinamarca registran tasas significativamente más bajas, con solo 0,9 días. Suecia, con 1,3 días, se sitúa en medio, lo que refleja una clara división en las tendencias del trabajo a distancia en los países nórdicos.
Aksoy explicó que Finlandia tiene una cultura ligeramente más individualista y un énfasis arraigado en el equilibrio entre la vida laboral y personal y la autonomía de los empleados, en comparación con Dinamarca y Noruega, que pueden mantener prácticas de gestión más tradicionales.
"Las organizaciones finlandesas, especialmente en el sector público y las industrias tecnológicas, fueron las primeras en adoptar políticas de trabajo flexible, incluso antes de la pandemia", añadió.
Entre las cinco mayores economías europeas, Francia es el país con menor tasa de trabajo a distancia, con una media de solo un día a la semana desde casa. Turquía le sigue de cerca con 0,9 días, mientras que Polonia se sitúa ligeramente por delante con 1,1 días.
Los niveles de trabajo desde casa se han estabilizado
Los niveles globales de trabajo desde casa han disminuido globalmente, pasando de una media de 1,6 días a la semana en 2022 a 1,33 días en 2023. En 2024 y 2025, descendieron de forma mucho más modesta a 1,27 días.
La investigación concluye que los niveles de trabajo remoto se han estabilizado aproximadamente desde 2023. "Sin embargo, esta estabilidad no significa inmovilidad. Todavía podrían producirse cambios incrementales, impulsados por las nuevas tecnologías, los cambios demográficos o la evolución de las condiciones del mercado laboral", añade Aksoy.