El ambicioso Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) busca transformar el comercio global, pero su viabilidad se enfrenta a múltiples retos. Desde la financiación y la coordinación hasta las persistentes tensiones geopolíticas en la región.
El Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) es una de las iniciativas modernas de conectividad más ambiciosas a nivel global. Su objetivo principal es crear un moderno corredor de transporte y comercio que una a India con Europa a través de Oriente Medio, aprovechando puertos existentes, nuevas redes ferroviarias, autopistas e infraestructuras digitales. El proyecto aspira a remodelar los mapas del comercio mundial, ofreciendo alternativas más allá del Canal de Suez y mejorando la seguridad energética y logística de Europa.
Para Grecia, el IMEC representa una oportunidad significativa para mejorar su papel como puerta de entrada clave a Europa. Los puertos griegos, especialmente El Pireo y Salónica, pueden convertirse en centros críticos para el transbordo de mercancías y su posterior distribución al interior del continente. Al mismo tiempo, Grecia podría actuar como un centro energético, contribuyendo a la diversificación de las fuentes de energía y las rutas de suministro para la Unión Europea.
Retos y debates sobre el futuro del IMEC
Sin embargo, el IMEC también va acompañado de importantes desafíos, como las tensiones geopolíticas en la región, la competencia de otras rutas y países, la necesidad de grandes inversiones en infraestructuras y una compleja coordinación de políticas entre múltiples naciones.
Estos retos se debatieron en detalle en el evento titulado "IMEC from potential to partnership", celebrado por el Foro de los Balcanes y el Mar Negro "Executive Roundtable 2025". El encuentro contó con la participación de embajadores de los países implicados, analistas, expertos y agentes del sector, y arrojó varias conclusiones clave.
Financiación y compromiso de los actores clave
Una de las principales conclusiones es que el Corredor IMEC necesita una orientación y financiación claras. El proyecto comenzó como una iniciativa india, que fue rápidamente acogida por la Unión Europea y Arabia Saudí. Sin embargo, a diferencia de otras iniciativas de conectividad a gran escala, como la 'Nueva Ruta de la Seda' de China, India no ha creado un organismo de ejecución específico para el proyecto ni ha comprometido fondos directos hasta la fecha.
La mayoría de los oradores coincidieron en que los proyectos deberán financiarse mediante asociaciones entre India y la UE. La contribución de Arabia Saudí será crucial, al igual que la de Estados Unidos, que en principio ve con buenos ojos el proyecto, pero lo considera parte de una agenda más amplia para aplicar los Acuerdos de Abraham. Los ponentes señalaron que es poco probable que India, debido principalmente a las diferentes mentalidades, comprometa fondos y mecanismos para la puesta en marcha del IMEC como hizo China para su Iniciativa 'Un Cinturón, Una Ruta'. El Gobierno de India está señalando que los países deben adoptar el proyecto por sí mismos y desarrollar planes nacionales para su ejecución.
Obstáculos infraestructurales y coordinación
El Corredor requerirá una intensa coordinación en el desarrollo y la explotación de las infraestructuras necesarias. Aunque el proyecto es relativamente más fácil para los puertos, para la red ferroviaria las dificultades son numerosas: se necesita encontrar capital de inversión, construir las líneas necesarias (que en algunos casos atraviesan zonas de gran inestabilidad geopolítica), establecer una unión aduanera y crear una oficina de ventas unificada. Como dijo uno de los ponentes: "Todo corredor es tan fuerte como su punto más débil".
Para Grecia, el gran reto es el puerto del Pireo. Grecia intenta erigirse en la principal puerta de entrada del Corredor a Europa (compitiendo con Italia y Francia), pero el hecho de que el puerto del Pireo esté bajo la gestión de una empresa china plantea dudas sobre hasta qué punto querrá y podrá ser el último extremo del IMEC. Alternativamente, como señalaron algunos oradores, el puerto de Salónica podría desempeñar este papel. El segundo gran desafío se refiere a la red ferroviaria, poco desarrollada tanto dentro de Grecia como en lo que respecta a las conexiones con los países vecinos. Sin una red ferroviaria sólida e interconectada, el potencial de explotación del IMEC se verá considerablemente limitado.
El impacto de la inestabilidad geopolítica y otros roles
Los conflictos militares en Oriente Medio están congelando los planes de desarrollo del Corredor. Aunque las tensiones han remitido en las últimas 24 horas, la región de Oriente Próximo en sentido amplio sigue siendo una zona de alta tensión y conflicto, lo que plantea interrogantes sobre si se protegerán las infraestructuras necesarias y cómo.
En cuanto a Chipre, cuya participación en el proyecto se confirmó durante la reciente visita de Narendra Modi a Nicosia, se señaló que la isla puede convertirse en un centro regional de arbitraje, aprovechando su experiencia en este campo y su pertenencia a la UE. Los ponentes también destacaron que "los palestinos deberían formar parte del proyecto", por ejemplo con enlaces ferroviarios a Jordania a través de Cisjordania. Sin embargo, tal perspectiva requiere una paz permanente en la región.