El presidente brasileño, Lula da Silva, ha advertido que impondrá aranceles de represalia a Estados Unidos si Donald Trump aplica un gravamen del 50% a Brasil. La amenaza de Trump surge en respuesta al juicio penal contra el expresidente Jair Bolsonaro, elevando el riesgo de una guerra comercial.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido que impondrá aranceles de represalia a Estados Unidos si Donald Trump cumple su promesa de aumentar los gravámenes en un 50%. La amenaza de Trump surge como respuesta al juicio penal que Brasil lleva a cabo contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Lula afirmó que activará la ley de reciprocidad de Brasil, aprobada por el Congreso a principios de este año, si las negociaciones con Washington fracasan. "Si no hay negociación, la ley de reciprocidad será puesta en funcionamiento. Si él nos cobra el 50 (% de aranceles) a nosotros, nosotros les cobraremos el 50 a ellos", declaró Lula a 'TV Record' en extractos de una entrevista. Los comentarios de Lula aumentan el riesgo de una guerra arancelaria entre ambos países, similar a la vivida entre Estados Unidos y China.
El presidente del Senado de Brasil, Davi Alcolumbre, y el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Motta, coincidieron en que la ley de reciprocidad da a Brasil "los medios (...) para proteger nuestra soberanía". "Estaremos listos para actuar con equilibrio y firmeza en defensa de nuestra economía, nuestro sector productivo y la protección de los empleos brasileños", aseguraron en una declaración conjunta.
Protestas en Brasil y nuevo frente en la guerra comercial de Trump
Mientras tanto, miles de brasileños se reunieron en una manifestación el jueves en São Paulo contra los aranceles de Trump y a favor de gravar a los súper ricos. Sindicatos y grupos sociales organizaron la protesta, que inicialmente buscaba gravar a los multimillonarios, pero que incorporó críticas a los aranceles de Trump y su "importante impacto en la economía de Brasil". Muchos manifestantes portaban pancartas que reafirmaban la soberanía de Brasil y algunos también criticaron al gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, partidario de Trump.
Con su carta arancelaria a Brasil, compartida el miércoles en redes sociales, Trump ha lanzado un nuevo frente en sus conflictos comerciales. En ella, denuncia el proceso de "caza de brujas" contra Bolsonaro, utilizando los gravámenes a la importación como un medio directo de inmiscuirse en los asuntos internos de otro país. El presidente estadounidense ya ha intentado usar los aranceles para combatir el tráfico de fentanilo o como herramienta de negociación para cambiar la fiscalidad de servicios digitales y la regulación económica en otras naciones.
Bolsonaro, aliado de Trump, se enfrenta a cargos penales en Brasil. El presidente estadounidense busca influir en el resultado de este juicio, mientras Bolsonaro sostiene que está siendo perseguido políticamente por el Tribunal Supremo de Brasil por sus acusaciones sobre un supuesto complot para permanecer en el poder tras su derrota electoral de 2022 frente a Lula.
El jueves, Lula ordenó a sus diplomáticos que devolvieran la carta de Trump si esta llegaba físicamente al palacio presidencial de Brasilia. En dicha carta, Trump amenazaba con imponer un arancel del 50% a Brasil a partir del 1 de agosto.