Las rentabilidades de la deuda europea suben pese a unos datos de inflación estables, el repunte de los bonos japoneses impulsa un ajuste global de precios.
Las rentabilidades de la deuda soberana europea han repuntado con fuerza en los últimos días, impulsadas por una oleada de ventas global desencadenada por la subida de los rendimientos en Japón, aunque la inflación de la zona euro apenas muestra señales de aceleración.
Según la estimación preliminar de Eurostat del martes, la inflación interanual de la zona euro se situó en el 2,2% en noviembre, un ligero repunte desde el 2,1% de octubre, en línea con lo previsto por los analistas.
Pese a la subida, los precios descendieron un 0,3% respecto al mes anterior, el primer descenso mensual desde enero, lo que sugiere que las presiones desinflacionistas persisten.
La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como la energía y los alimentos, se mantuvo en el 2,4%, ligeramente por debajo del 2,5% esperado por los economistas. Los servicios siguieron siendo el principal motor de los precios, con un 3,5%, seguidos de los alimentos, el alcohol y el tabaco, con un 2,5%. La energía, por su parte, siguió lastrando, con una caída del 0,5% frente al descenso del 0,9% de octubre.
Entre los Estados miembros, Estonia registró la inflación interanual más alta en noviembre, del 4,7%, seguida de Croacia, con un 4,3%. En cambio, Chipre y Francia apenas registraron subidas interanuales de los precios al consumo, del 0,2% y del 0,8% respectivamente.
En términos mensuales, la inflación subió más en Lituania, un 0,4%, mientras varios países experimentaron descensos. Malta anotó la mayor bajada, con una caída de los precios del 3,3%, seguida de Países Bajos, con un descenso del 1,4%.
"La tasa general sigue rondando el objetivo del 2% del Banco Central Europeo, pero el panorama subyacente sigue siendo irregular", afirmó el profesor Joe Nellis, asesor económico de MHA.
"La tendencia desinflacionista está intacta, aunque es frágil, y las presiones procedentes de los servicios persisten".
Datos aparte publicados el martes mostraron que la tasa de paro de la zona euro, ajustada estacionalmente, fue del 6,4% en octubre, sin cambios frente a septiembre y ligeramente por encima de lo previsto.
El paro juvenil se mantuvo elevado, en el 14,8%.
Entre las principales economías, España registró la tasa de paro más alta, del 10,5%, seguida de Francia, con un 7,7%, e Italia, con un 6%, mientras que Alemania (3,8%) y Países Bajos (4%) anotaron las tasas más bajas.
En comparación con octubre de 2024, la tasa de desempleo del bloque subió desde el 6,3%.
Japón provoca un reajuste global de los bonos
Pese a unas perspectivas de inflación en general benignas y a una actividad económica débil en la zona euro, las rentabilidades han subido con fuerza en las últimas sesiones. El principal catalizador han sido las expectativas de endurecimiento monetario en Japón.
El lunes, la rentabilidad del bono japonés a diez años saltó a un máximo de 19 años antes de estabilizarse en torno al 1,86% el martes. El brusco movimiento siguió a unas declaraciones de tono duro del gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, que dijo que el banco central "sopesará los pros y los contras" de una subida de tipos y actuará "según corresponda".
Los precios de mercado ya asignan una probabilidad del 80% a una subida de tipos en la reunión del 19 de diciembre del Banco de Japón, con probabilidades aún mayores para enero.
Los estrategas de BBVA señalaron que las palabras de Ueda apuntan a una recalibración y no a un giro completo de la política, y recordaron que "los tipos reales seguirían profundamente en negativo".
La rentabilidad del bono alemán a 30 años subió el lunes seis puntos básicos, hasta el 3,40%, acercándose a los máximos de principios de septiembre, los niveles más altos desde mediados de 2011. El bono alemán a diez años también repuntó seis puntos básicos, hasta el 2,75%.
Francesco Pesole, de ING, señaló que el tono del gobernador Ueda fue inesperadamente agresivo y añadió que la oposición política a las subidas de tipos, hasta ahora asumida con la nueva primera ministra Sanae Takaichi, puede que ya no sea un freno.
"Los mercados quedaron desprevenidos", dijo Pesole.
Implicaciones para el BCE
Las presiones al alza sobre las rentabilidades europeas llegan en un momento delicado para el Banco Central Europeo, que previsiblemente mantendrá los tipos sin cambios en su última reunión del año en diciembre. Los analistas no prevén recortes a corto plazo, con la inflación de los servicios y el débil crecimiento económico planteando un dilema de política.
"Unos tipos del 2% ya son bajos", dijo Nellis. "En el contexto actual, es poco probable que los bancos centrales de las economías occidentales recorten mucho más".
Aunque la inflación parece en gran medida contenida, los efectos de contagio de los mercados globales, sobre todo de Japón, podrían seguir impulsando las rentabilidades de la zona euro a corto plazo, incluso sin detonantes domésticos de peso.