Un activista estadounidense-canadiense fue detenido en Groenlandia por un encuentro en 2010 con un barco ballenero japonés. Se encuentra encarcelado en Dinamarca.
PUBLICIDADDelegados del Parlamento Europeo han protestado este jueves ante la Embajada danesa en Bruselas para exigir la liberación de un ecologista detenido por la Policía danesa en Groenlandia a principios de año a instancias de Japón.
Las diputadas europeas Emma Fourreau (Francia/La Izquierda) y Lena Schilling (Austria/Los Verdes), que lideraron la protesta, estuvieron acompañadas por Marc Botenga (Bélgica/La Izquierda), Thomas Pellerin-Carlin (Francia/S&D) y los miembros de los Jóvenes Verdes Europeos. El grupo pidió la liberación inmediata del activista marino Paul Watson, de 73 años, fundador de la Sea Shepherd Conservation Society, detenido mientras su barco estaba atracado en Nuuk, capital de Groenlandia, el 21 de julio, por las autoridades danesas.
La caza del hombre se desencadenó a raíz de una orden internacional de 2012 emitida por Japón, que acusaba al activista marino estadounidense-canadiense de dañar un barco ballenero japonés, obstruir los negocios y herir a un miembro de la tripulación durante un encuentro en aguas antárticas en febrero de 2010.
La detención llevada a cabo por Interpol se derivó esencialmente de los esfuerzos de Watson por oponerse a la caza ilegal de ballenas en la Antártida, según los legisladores, que organizaron la protesta en respuesta a la decisión del Tribunal Superior de Groenlandia el miércoles (4 de septiembre) de mantener a Watson en prisión 28 días más, hasta el 2 de octubre, mientras se estudia una decisión de extradición a Japón.
¿A qué se enfrenta Watson si es extraditado a Japón?
En caso de extradición, Watson se enfrentaría a una posible pena de prisión de hasta 15 años. "Defender la naturaleza no es un delito. Paul Watson dedicó su vida a proteger la vida marina y nuestro planeta. Defendió el derecho internacional y salvaguardó nuestros océanos", declaró Schilling durante la protesta este jueves.
"Su encarcelamiento en un Estado miembro europeo arroja luz sobre las represiones cada vez mayores a las que se enfrentan los activistas", añadió.
La legisladora Fourreau destacó su labor como política que trabaja para proteger el clima, los océanos y la biodiversidad, y afirmó que permanecer en silencio no es una opción: "No podemos aceptar la represión y criminalización del activismo medioambiental".
"Voces de todo el mundo ya han pedido a Dinamarca que no extradite a Paul Watson", dijo Fourreau. "Ahora, miles de ciudadanos tienen sus ojos puestos en el Gobierno danés, que podría tomar una decisión política que los ecologistas no olvidarán ni perdonarán".
La caza de ballenas está prohibida en todos los países de la UE, ya que el bloque cuenta con estrictas leyes de conservación, como la legislación sobre hábitats de 1992 y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, adoptada en 1963.
La UE prohíbe el comercio de productos balleneros y restringe la captura, muerte o perturbación de las ballenas, ya que el bloque de 27 miembros se rige por el Convenio Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena (CIRCB), establecido en 1946 para regular la caza mundial de ballenas.
Fuera del bloque, Noruega, que no está obligada por las normas de la ICRW, se ha opuesto a la moratoria internacional de 1986 sobre la caza comercial de ballenas, y sigue cazándolas con fines comerciales desde 1993 y capturando alrededor de 500 rorcuales aliblancos al año, según la Comisión Ballenera Internacional.
La Comisión Europea no ha hecho comentarios al respecto.