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Las olas de calor pueden haber llevado a los océanos a un punto de inflexión crítico

Los científicos temen que el prolongado calentamiento de los océanos sea ahora la "nueva normalidad".
Los científicos temen que el prolongado calentamiento de los océanos sea ahora la "nueva normalidad". Derechos de autor  AP
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Por Rebecca Ann Hughes
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Los científicos temen que el prolongado calentamiento de los océanos sea ahora la "nueva normalidad". Las consecuencias que supondrían un cambio drástico de las corrientes submarinas son impredecibles.

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En 2023, la Tierra experimentó un aumento sin precedentes de olas de calor marinas en todos sus océanos. Estas olas batieron récords de intensidad, extensión geográfica y duración: muchas de ellas duraron más de un año y afectaron al 96% de la superficie oceánica.

Tras una nueva investigación, los científicos advierten ahora de que estos prolongados picos de temperatura podrían anunciar un punto de inflexión para los océanos del mundo con graves consecuencias para el planeta. En 2023, las olas de calor provocaron que el Atlántico Norte y el Pacífico Sudoccidental experimentaran temperaturas récord en la superficie del mar. "Sabemos que las olas de calor marinas se han vuelto cada vez más comunes y más intensas con el tiempo debido al calentamiento global. También sabemos que El Niño que comenzó en 2023 permitió que entrara más calor en el océano", dice el científico de investigación climática Alex Sen Gupta, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. "Pero estos factores por sí solos no pueden explicar la increíble escala del salto que comenzó en 2023".

Un equipo de científicos de China, EE.UU. y Tailandia decidieron investigar qué había detrás del calentamiento extremo y qué ramificaciones tiene y podría tener en el futuro. La investigación descubrió que la reducción de la nubosidad, que permite que llegue más radiación solar al agua, era un factor clave, junto con vientos más débiles que disminuyen el enfriamiento por evaporación, y el cambio de las corrientes oceánicas.

Aunque el documento no explica por qué estas influencias coincidieron para batir récords de temperatura, subraya por qué es fundamental dedicar más investigación a la mecánica del calentamiento oceánico. El estudio confirma los temores de los científicos de que los océanos de la Tierra han sufrido un cambio fundamental, pasando a un nuevo estado más cálido que, según ellos, es ahora la "nueva normalidad". Uno de los autores de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de China, Zhenzhong Zeng, afirma que las cifras sugieren que el calor en los océanos del mundo se está acumulando de forma exponencial. De ser así, se trataría de una tendencia contraria a las previsiones de los modelos climáticos actuales.

El calentamiento de los océanos tiene efectos devastadores en los ecosistemas marinos y en la vida terrestre

El estudio también advierte de que el paso de los océanos a un estado permanentemente más cálido podría tener efectos devastadores para la vida en la Tierra. Esto se debe a que desempeñan un papel fundamental en la regulación de las temperaturas globales al almacenar y liberar lentamente grandes cantidades de calor.

Como los océanos tardan más en reaccionar a los cambios que la atmósfera, los efectos de las olas de calor pueden llegar de forma tardía pero ser muy destructivos. Esto supone una mayor dificultad para predecir fenómenos meteorológicos extremos a corto plazo, como los huracanes, y cambios climáticos a más largo plazo. El aumento prolongado de la temperatura del agua también sería catastrófico para los ecosistemas marinos, ya que provocaría una disminución o migración de las especies. También aumentarían las posibilidades de que se colapsaran los arrecifes de coral, algo preocupante sobre todo porque la pérdida de coral dificulta la capacidad del océano para secuestrar carbono, lo que provocaría un mayor calentamiento.

En tierra, todo esto implicaría un calentamiento acelerado, ya que las brisas marinas transportan el aire caliente tierra adentro. Esto puede provocar sequías, olas de calor, incendios forestales y tormentas más intensas y generalizadas. Ya lo demostró la tormenta Daniel en 2023, que mató a casi 6.000 personas. Según estudios de atribución, las altas temperaturas de la superficie del Mediterráneo la hicieron 50 veces más probable y un 50% más intensa.

¿Se están convirtiendo las olas de calor marinas en la nueva normalidad?

Los resultados son especialmente preocupantes si se tienen en cuenta las posteriores olas de calor de 2024 y 2025, que hirvieron los océanos de todo el mundo. Este año, las temperaturas de la superficie del mar en el Mediterráneo alcanzaron su nivel más alto jamás registrado en junio. Según los datos recogidos por Copernicus y analizados por Météo-France, el 29 de junio la temperatura de la superficie del mar alcanzó los 26,01ºC. En general, las temperaturas fueron entre 3 y 4°C superiores a la media.

Los científicos marinos vuelven a alertar de los efectos devastadores sobre la biodiversidad, la pesca, la acuicultura y los patrones meteorológicos en el sur de Europa y el norte de África. En mayo, una ola de calor marino azotó Reino Unido, un lugar donde las subidas de las temperaturas de la superficie del mar siguen siendo un fenómeno relativamente nuevo. Algunas zonas del Mar del Norte, el Canal de la Mancha y la costa irlandesa se calentaron hasta 4°C por encima de la media.

Los científicos afirman que una primavera excepcionalmente cálida y seca, unida a la debilidad de los vientos, permitió que el calor se acumulara en la superficie del océano. Advirtieron de que la erupción podría perturbar los ecosistemas marinos, alterando los ciclos de reproducción, propiciando la proliferación de algas nocivas o atrayendo medusas que prosperan en aguas más cálidas.

La mayor parte de los científicos respaldan la petición del documento para seguir estudiando los factores que impulsan el calentamiento de los océanos. "Es urgente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también es fundamental seguir midiendo, controlando y modelizando cómo será la Tierra en el futuro", afirma Jaci Brown, responsable de clima de la Organización de Investigación Científica e Industrial de Australia (CSIRO). "Si no lo hacemos, no podremos prepararnos, y nos adentraremos en lo desconocido con consecuencias nefastas para nuestra alimentación, salud y seguridad futuras".

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