Bruselas planea un límite de precios "dinámico" para contener los altos precios de la energía

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Derechos de autor Virginia Mayo/AP
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Por Jorge LiboreiroEfi Koutsokosta
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La Comisión Europea presentará una nueva propuesta este miércoles para reducir el precio de la energía.

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La Unión Europea podría contar pronto con un límite de precios para controlar el alto coste del gas, pero sólo como medida de último recurso para contener la especulación extrema y la volatilidad de los mercados, según un documento al que ha tenido acceso Euronews.

La Comisión Europea tiene previsto desvelar un límite de precios "temporal" y "dinámico" que se aplicaría a las transacciones que se realicen en el Servicio Neerlandés de Transferencia de Títulos (TTF), el principal centro de distribución de gas de Europa, como parte de su próximo paquete de medidas de emergencia para hacer frente a la crisis energética. "Ha llegado el momento de poner en marcha este mecanismo", ha afirmado la Comisión en el texto.

El TTF es un mercado virtual en el que proveedores y compradores intercambian suministros de gas, tanto para su entrega inmediata como para futuras provisiones. Desde que Rusia inició su invasión de Ucrania, en la plataforma se han sucedido bruscas subidas y bajadas de los precios del gas, ya que la incertidumbre sobre los suministros está alimentando la especulación.

En agosto, el TTF alcanzó un precio récord de 339 euros por megavatio-hora, lo que disparó la factura de la luz. Después de ese pico, los precios han iniciado una tendencia constante a la baja, alcanzando el mínimo de los últimos tres meses a principios de octubre. Este lunes por la mañana, el precio rondaba los 133 euros por megavatio-hora.

El límite de precios propuesto por la Comisión Europea no estaría permanentemente activo, sino que se activaría sólo "cuando sea necesario", es decir, cuando el precio negociado en el TTF supere el precio fijado por el mecanismo.El proyecto de documento de la Comisión no especifica la horquilla de precios, que se espera que sea la cuestión clave en torno a la medida no probada.

El TTF ya cuenta con "disyuntores" que buscan que los precios sufran grandes variaciones en cortos periodos de tiempo, aunque no se han podido evitar los aumentos observados este año. La Comisión también planea un tope separado para frenar los picos de precios de los derivados energéticos, los activos financieros que las empresas utilizan para asegurarse el suministro de energía con antelación.

Paralelamente a estos dos topes, el Ejecutivo comunitario desarrollará un índice de referencia alternativo al TTF que se dedicaría exclusivamente al comercio de gas natural licuado (GNL), una materia prima muy flexible que ha permitido al bloque compensar parte de los suministros de gas por gasoducto que Rusia ha cortado.

En particular, el documento filtrado revela que el ejecutivo dirigido por Ursula von der Leyen aún no está preparado para avanzar en un tope de precios más amplio -y más arriesgado- que se aplicaría al gas utilizado para la generación de electricidad, una propuesta que la propia von der Leyen insinuó como posible siguiente paso.

Al ser el último combustible necesario para satisfacer toda la demanda de energía, el gas determina el precio final de la electricidad. Un número creciente de Estados miembros quiere desvincular estos precios y poner fin a lo que llaman efecto contagio.

"La introducción de un tope de precios para el gas que se utiliza para la generación de electricidad ha hecho bajar los precios en España y Portugal, pero conlleva algunos riesgos si se introduce en toda la UE", dice la Comisión, en referencia al régimen de ayudas estatales utilizado en la Península Ibérica, la conocida como "excepción ibérica".

"Los Estados miembros de la UE son diversos en cuanto a sus combinaciones energéticas, conexiones y sistemas eléctricos. Hay que diseñar una solución que funcione para todos ellos y que esté en consonancia con nuestros objetivos más amplios: no aumentar el consumo de gas y gestionar los flujos más allá de las fronteras de la UE."

La respuesta de la Comisión será bien recibida por Alemania y los Países Bajos, que se oponen a una intervención radical en el mercado, pero se encontrará con el descontento de Italia, Bélgica, Polonia y Grecia, principales defensores de un límite de precios más amplio. La semana pasada, Kadri Simson, comisaria Europea de Energía, dijo que un tope de precios requería el "máximo apoyo consensuado" y señaló que no todos los Estados miembros estaban de acuerdo.

Se espera que las divisiones entre las capitales queden al descubierto durante el encuentro de dos días de los líderes de la UE a finales de esta semana, en la que la crisis energética será el tema principal en la agenda.

Además del mecanismo de emergencia del TTF, la Comisión sugiere otras medidas que pueden ayudar a aliviar la factura energética y garantizar un suministro suficiente. El Ejecutivo quiere establecer un sistema de compra conjunta que permita a los Estados miembros comprar gas como un solo cliente y utilizar su poder de compra colectivo para bajar los precios. "La compra conjunta facilitará un acceso más equitativo a los nuevos proveedores y a los mercados internacionales y dará más peso en la negociación a los importadores europeos", dice el documento de la Comisión. "Las fuentes de suministro rusas quedarán excluidas de la participación en la plataforma".

El Ejecutivo advierte que el bloque sufrirá un déficit de "demanda no contratada" de hasta 100.000 millones de metros cúbicos (bcm) al año en caso de interrupción total del gas ruso. (El consumo anual de la UE antes de la guerra era de unos 400 bcm de gas, aunque los planes de ahorro reducirán aún más esta cantidad). Las compras conjuntas, según la Comisión, serán especialmente útiles el año que viene, cuando los Estados miembros inicien el costoso y arduo proceso de rellenar sus almacenes subterráneos para el invierno de 2023-2024.

Bruselas también insta a los países a acelerar la firma de los llamados "acuerdos de solidaridad", que pueden garantizar el flujo de gas a través de las fronteras cuando los suministros se están agotando y llegan a los países que lo necesitan. "Sólo se han firmado 6 acuerdos bilaterales de solidaridad entre los Estados miembros, de los 40 posibles", dice el borrador del documento. "Es demasiado lento".

Por ello, la Comisión Europea quiere establecer "normas por defecto" en materia de solidaridad para hacer frente a las situaciones de emergencia. La versión final del documento se presentará el martes por la tarde tras la reunión del Colegio de Comisarios.

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