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¿Hizo Elon Musk un saludo nazi ante los seguidores de Trump?

Aparentemente, hay gente que duda que esto sea un saludo nazi
Aparentemente, hay gente que duda que esto sea un saludo nazi Derechos de autor  AP
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Por Mared Gwyn Jones
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El debate 'online' de la semana centra la atención en el gesto del multimillonario en lugar de sus recientes apoyos a partidos y figuras de la extrema derecha europea, además del propio Donald Trump.

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El multimillonario tecnológico Elon Musk ha desatado numerosas especulaciones tras realizar dos rápidos gestos en el mitin de investidura de Trump, asumidas como un saludo nazi o romano.

Musk, que dirigirá el recién creado departamento de eficiencia gubernamental de Trump, saludó a sus seguidores golpeándose el pecho antes de extender enfáticamente el brazo derecho hacia delante, con la palma hacia abajo. El gesto se repitió dos veces.

¿Apología fascista?

Mientras que muchos han criticado el gesto de Musk como una apología fascista, otros consideran que es "un acto espontáneo de emoción" por parte de uno de los hombres más ricos del planeta. En el último año, Musk ha apoyado recurrentemente a candidatos y a figuras de extrema derecha en Reino Unido, Alemania y, por supuesto, a Donald Trump, entre otros.

'Euronews' ha hablado con dos historiadores que, pese a las evidencias, rechazan que Musk emulara intencionadamente a un nazi. Desgranamos lo que sabemos sobre la historia de los saludos y su relevancia en la política actual.

Los orígenes del gesto fascista

El saludo romano fue adoptado como saludo por el régimen fascista de Benito Mussolini, que impuso su uso con un real decreto de 1925. No hay pruebas sustanciales que respalden las afirmaciones de Mussolini y su entorno de que el saludo procede de la antigua Roma. El saludo fue adoptado posteriormente por la Alemania nazi como señal de lealtad a Adolf Hitler.

El juramento de lealtad a la bandera de EE.UU., en el que los estadounidenses juran lealtad a su bandera, iba acompañado originalmente del "saludo Bellamy", que tenía un parecido con el conocido saludo. En 1942, el Congreso de Estados Unidos suprimió este saludo y lo sustituyó por el gesto de la mano sobre el corazón, ante el temor de que pudiera confundirse.

¿Cómo se utiliza hoy en día?

El saludo sigue siendo uno hoy uno de los símbolos más reconocibles de la ideología nazi. Su uso es ilegal en varios países europeos que sufrieron las consecuencias del régimen supremacista como Alemania, Austria, la República Checa y Eslovaquia. El gesto nunca desapareció, siendo adoptado por grupos neofascistas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En enero del año pasado, apareció un vídeo en que mostraba a cientos de militantes neofascistas haciendo el saludo durante una concentración por la muerte de tres activistas de extrema derecha. El máximo tribunal italiano dictaminó entonces que el saludo no constituía delito a menos que pusiera en peligro el orden público o supusiera un riesgo de reactivación de los partidos fascistas.

Algunos expertos niegan, pese a las evidencias, un significado político en el gesto

El historiador Richard Evans declara ante 'Euronews' que el gesto de Musk no puede interpretarse como un gesto nazi, ya que "su mirada sigue a su mano en lugar de mirar al frente". También señala que Trump "no es un fascista", ya que no comparte el deseo fascista de "militarizar la sociedad" y apoderarse de los países "más allá de su patio trasero." Pero esto último no es cierto: Trump ha amenazado recientemente con invadir tanto Groenlandia como el Canal de Panamá.

Roger Griffin, profesor emérito de Historia Moderna y experto en estudios fascistas, describió las acciones de Musk como "una zona gris" entre un gesto deliberadamente supremacista y uno espontáneo. "Es una muestra masculina de celebración con un trasfondo ideológico", añadió Griffin. "No convierte a Musk en un fascista político, pero sin embargo muestra cómo suscribe la ideología trumpista".

Griffin cree que ni Musk ni Trump pueden ser asociados con el fascismo a pesar de que varios aspectos de su política y Gobierno cuadran con la ideología fascista, como la xenofobia y la disposición a burlarse del Estado de derecho. "Es erróneo ver a Trump o a Musk como fascistas porque es una ideología política elaborada cuyo objetivo es crear un nuevo orden mundial. Sin embargo, ambos están alimentando la verdadera amenaza a la democracia, que es la deshumanización de la democracia", explicó.

Jared Hold, investigador del Instituto para el Diálogo Estratégico, dice a AP que es "escéptico" de que Musk haya actuado a propósito, ya que un acto de "autosabotaje así no tendría mucho sentido". Otros creen que Musk lo hizo intencionadamente. Ruth Ben-Ghiat, profesora de Historia de la Universidad de Nueva York, fue contundente: "Soy experta en fascismo. Es un saludo nazi y además muy claro".

La descalificación del gesto por parte de los aliados de Musk y otros grupos, incluida la Liga Antidifamación (ADL), una organización sin ánimo de lucro fundada con el objetivo de combatir el antisemitismo, también han sido recibidas con incredulidad.

La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez respondió a una publicación en la que la ADL se desmarca de los gestos de Musk, acusando a la organización de "defender un saludo nazi que fue realizado y repetido para dar énfasis y claridad."

¿Podría el saludo soliviantar a grupos fascistas? Respuesta: sí

Intencionado o no, el gesto de Musk ha vigorizado a grupos neonazis de todo el mundo. El grupo supremacista White Lives Matter reaccionó en Telegram con el mensaje: "Gracias por (a veces) escucharnos, Elon. La Llama Blanca resurgirá". El líder del grupo neonazi estadounidense Blood Tribe dijo: "No me importa si esto ha sido un error. Voy a disfrutar de las lágrimas por ello".

"Ya están ocurriendo cosas increíbles", escribió Andrew Torba, fundador de Gab, una red social conocida por su base de usuarios de extrema derecha y supremacistas blancos, sobre una imagen del saludo de Musk. Evan Kilgore, un negacionista del Holocausto y comentarista de derechas, escribió en X: "¿Acaba Elon Musk de hacer Heil Hitler? Estamos tan de vuelta".

Kilgore ha trabajado para un grupo activista conservador llamado Turning Point USA, que organizó el domingo un baile previo a la inauguración al que asistieron tanto el hijo de Trump, Donald Trump Jr, como el vicepresidente JD Vance.

Roger Griffin afirma ante 'Euronews' que, aunque la visión de Trump de una "democracia antiliberal" no debe confundirse con el fascismo, hay claros indicios de que él y su entorno están normalizando la radicalización de derechas.

El miércoles, el presidente Trump defendió su decisión de indultar a los condenados por asaltar el Capitolio de enero de 2021, y dejó la puerta abierta a la participación en la política estadounidense a grupos extremistas como Proud Boys y Oath keepers. La trumpista Lauren Boebert quiere ofrecer a los indultados una visita guiada al Capitolio en el que, hace cuatro años, entraron armados con la pretensión de frenar el nombramiento de Joe Biden. Entre los indultados hay milicianos de extrema derecha organizados.

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