El Gobierno aprobó la ampliación de los plazos para la concesión de la nacionalidad, aumentando a siete el número de años de residencia legal exigidos a los ciudadanos de lengua portuguesa.
El Consejo de Ministros portugués aprobó el lunes 23 de junio cuatro textos legislativos sobre la ley de nacionalidad y residencia, que hacen más difíciles y restrictivos los criterios para obtener la nacionalidad portuguesa.
El Gobierno aprobó la ampliación de los plazos para la concesión de la nacionalidad, aumentando a siete el número de años de residencia legal exigidos a los ciudadanos de lengua portuguesa. En el caso de los ciudadanos de otros países, se exigen diez años de residencia legal. El "plazo empieza a contar cuando se obtiene el permiso de residencia", a diferencia del actual, que contaba desde la solicitud inicial, explicó el ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro.
El ministro justificó la medida por el "requisito de conexión efectiva, de pertenencia a la comunidad nacional". En el caso de los descendientes de extranjeros residentes en territorio nacional, las autoridades ahora "exigirán que los padres hayan residido legalmente durante al menos tres años" para conceder la nacionalidad, algo que no será automático. Según Leitão Amaro, esto ocurrirá "si se expresa el deseo de que el niño sea portugués".
Conocimiento de la lengua y la cultura portuguesas
António Leitão Amaro explicó que las cuatro normas aprobadas pretenden "reforzar la exigencia de un vínculo efectivo con la comunidad nacional que permita conceder derechos políticos a quienes sean portugueses".
En este sentido, para la naturalización se exigirá el conocimiento de la lengua portuguesa, así como "un conocimiento suficiente de los deberes y derechos de los ciudadanos portugueses y de la organización política del país". Todo ello se acreditará mediante pruebas.
Exclusiones a condenados y se elimina el régimen extraordinario para judíos sefardíes
La solicitud exigirá también una "declaración solemne de adhesión a los principios fundamentales del Estado democrático de derecho". Con el aumento de los criterios exigidos, aumentan también las exclusiones, a saber, la de los ciudadanos "condenados a penas efectivas de prisión" y también la eliminación del "régimen extraordinario de naturalización para los judíos sefardíes portugueses". La naturalización por ascendencia portuguesa se limitará ahora a los bisnietos.
El Gobierno también ha determinado que los delitos graves también puedan castigarse con la pérdida de la nacionalidad. "Se determina como sanción accesoria, siempre decretada por un juez, la pérdida de la nacionalidad para los ciudadanos que lleven menos tiempo naturalizados, por delitos muy graves en los que se haya decretado prisión efectiva de cinco años o más".
Cambios en la Ley de Extranjería
En cuanto a los cambios anunciados en la Ley de Extranjería, se refieren a la entrada de ciudadanos de la CPLP (Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa), la reagrupación familiar y los visados para la búsqueda de trabajo. Sobre este último tema, la posibilidad de entrar en el país sin contrato o promesa de trabajo sólo será posible para "personas altamente cualificadas", buscando el Ejecutivo negociar con las instituciones de enseñanza superior "un régimen de atracción de talentos, creando también un canal propio en la AIMA".
Leitão Amaro explica que la medida pretende "atraer más talento y más trabajadores cualificados", como parte de una estrategia para "reorientar los flujos migratorios". En cuanto a la reagrupación familiar, ahora es necesario que el inmigrante lleve dos años residiendo legalmente en el país para poder traer legalmente a sus familiares, que deben ser menores de edad.
El visado de turista no servirá para pedir la residencia
Los ciudadanos de la CPLP pueden seguir entrando sin dictamen de AIMA, en virtud del acuerdo con la organización, pero "ahora se exige un dictamen de la unidad fronteriza del Sistema de Seguridad Interior para la concesión de estos visados". La solicitud de permiso de residencia para estos ciudadanos "se limitará a quienes dispongan de visado de residencia, y ya no será posible solicitarlos en territorio nacional con visados de turista o exentos de visado".
También se aprobó el proyecto de ley para crear una Unidad Nacional de Extranjería y Fronteras en la PSP. "Portugal debe volver a tener una Policía de fronteras que controle la entrada, que inspeccione y que devuelva a sus países a quienes no cumplan las normas", dijo el ministro de la Presidencia.
En Italia, un referéndum celebrado hace semanas para reducir a la mitad, de diez a cinco años, el periodo de residencia legal en Italia para obtener la ciudadanía, no tuvo el quórum del 50% para ser válido. Aun así, alrededor del 64% de los votantes votaron a favor de reducir el número de años de residencia en Italia necesarios para obtener la ciudadanía.