La UE y Moldavia debatirán sobre crecimiento económico y seguridad en su primera cumbre bilateral, que se celebrará este viernes en Chisinau. La presidenta, Maia Sandu, se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo de la UE, António Costa.
Mientras Moldavia se prepara para acoger una cumbre bilateral con la Unión Europea este viernes en Chisinau, la presidenta Maia Sandu y su Gobierno proeuropeo están haciendo un esfuerzo concertado para acelerar la adhesión del país a la UE, superando potencialmente a su vecina Ucrania.
A pesar de los repetidos ataques híbridos de Rusia y de las dificultades económicas, Moldavia está dispuesta a presentar sus recientes avances en la adaptación a las normas de la UE como motivo para desvincular su adhesión de la de Ucrania. Pero Bruselas mantiene la cautela.
Disociar los procesos de adhesión de Moldavia y Ucrania puede enviar una señal equivocada
Una fuente de la presidencia rotatoria danesa de la UE declaró a 'Euronews' que "la disociación del proceso de adhesión entre Moldavia y Ucrania no es para ahora". Los líderes de la UE temen que permitir que Moldavia se adelante pueda enviar una señal equivocada, sugiriendo una aquiescencia estratégica a los objetivos desestabilizadores de Rusia en la región.
Para la UE, la ampliación no es sólo un proceso burocrático, sino un mensaje geopolítico. Mantener un enfoque unificado respecto a Moldavia y Ucrania se considera una forma de subrayar la solidaridad y resistir la manipulación exterior.
El eurodiputado rumano Siegfried Muresan, presidente de la Comisión Parlamentaria de Asociación UE-Moldavia, es uno de los más firmes defensores de Moldavia en Bruselas. Sostiene que la pequeña nación no sólo progresa rápidamente, sino que además requeriría un esfuerzo menor de las instituciones de la UE en comparación con Ucrania.
"Integrar a la República de Moldavia en la UE supondrá un esfuerzo menor", declaró Muresan a 'Euronews'. "La integración de los países pequeños es más fácil que la de los grandes. Moldavia es un país pequeño y, con nuestro apoyo, puede lograr mucho con sumas que no son significativas para la UE, pero sí transformadoras para Moldavia."
Plan de crecimiento y resistencia económica
Se espera que la UE desvele un plan trienal de crecimiento para Moldavia de 1.900 millones de euros, financiado en parte mediante préstamos y subvenciones con el respaldo del Banco Europeo de Inversiones. La inversión pretende impulsar la economía de Moldavia y reducir su vulnerabilidad a las presiones exteriores, sobre todo de Rusia.
"Sabemos que Rusia la chantajeó con los altos precios de la energía", dijo Muresan. "El país sufrió una elevada inflación; tenemos que reforzar su economía". La infraestructura energética de Moldavia ha experimentado una importante transformación desde 2022.
Ahora está conectada a la red eléctrica europea, y la UE ha financiado importantes mejoras de sus sistemas de distribución nacionales. Chisinau también se ha comprometido a generar el 27% de su energía a partir de fuentes renovables para 2030.
A pesar de los contratiempos -incluida una ralentización atribuida al impacto energético de la guerra de Ucrania-, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) considera que la economía moldava es resistente. En un cambio histórico, más del 50% de las exportaciones moldavas se dirigieron a la UE en 2024, la cifra más alta de la historia del país.
Amenazas híbridas y presión estratégica de Rusia
Bruselas sigue siendo muy consciente de las presiones internas y externas a las que se enfrenta Moldavia. Mientras la opinión pública se divide entre el sentimiento prooccidental y el prorruso, la región separatista de Transnistria -aún bajo control ruso de facto- sigue siendo una fuente de inestabilidad.
"La minoría rusoparlante y las empresas de la llamada región de Transnistria se benefician de la integración europea. Más del 70% de sus exportaciones van al mercado europeo. Así que creo que Rusia seguirá intentando desestabilizarla", afirmó Muresan, subrayando la paradoja de la influencia rusa en la región.
La cooperación en materia de seguridad ya se está intensificando. En el marco de la Asociación UE-Moldavia para la Seguridad y la Defensa, la UE ha asignado 197 millones de euros a través del Fondo Europeo para la Paz (2021-2025) para modernizar las fuerzas armadas moldavas.
Moldavia y Ucrania solicitaron la adhesión a la UE en marzo de 2022 y obtuvieron el estatuto de candidatos en junio de ese año. Las conversaciones formales de adhesión comenzaron en junio de 2024, pero cómo y cuándo avanza cada país sigue siendo políticamente delicado.
Por ahora, Bruselas no parece dispuesta a dividir las vías. Pero si Moldavia puede seguir demostrando reformas tangibles, capacidad de recuperación económica y fiabilidad geopolítica, el caso de una adhesión acelerada puede resultar más difícil de ignorar.