La batalla política sobre el próximo presupuesto de la UE ha comenzado oficialmente. Con la presidencia de turno del Consejo de la UE, Dinamarca dirigirá el debate hasta finales de año.
La batalla política en torno al presupuesto de 2 billones de euros propuesto por Ursula von der Leyen para la Unión Europea ha empezado este viernes, con la reunión de los ministros de Asuntos Europeos en Bruselas, en la que las críticas iniciales se centraron en el tamaño de la ambiciosa propuesta.
El plan de Von der Leyen, presentado el miércoles tras semanas de especulaciones, requerirá la unanimidad de los 27 Estados miembros. La presidenta de la Comisión Europea lo calificó como el presupuesto "más ambicioso" jamás presentado.
"Ningún país está dispuesto a aceptar el presupuesto tal como está hoy", declaró Marie Bjerre, ministra danesa, al término de la reunión. Con la presidencia de turno del Consejo de la UE, Dinamarca dirigirá el debate hasta finales de año.
Nos espera un largo debate sobre el presupuesto
"Es un largo debate el que tendremos y, obviamente, hay diferentes puntos de vista sobre cómo estructurar el presupuesto, y también será difícil. Pero Europa necesita un presupuesto", dijo.
Las antiguas tensiones entre países fiscalmente conservadores como Austria, Finlandia, Suecia y los Países Bajos, y los países más endeudados del sur, como España y Francia, resurgieron el viernes, ofreciendo un anticipo de las disputas que se avecinan.
El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Joakim Strand, argumentó que el nivel presupuestario -que ha pasado del 1,13% de la RNB de la UE al 1,26%- era "demasiado alto" y debía recortarse. Según la Comisión, la cifra es del 1,15% tras restar el 0,11% de los 168.000 millones de euros necesarios para amortizar la deuda de la era COVID entre 2028 y 2034.
La austriaca Claudia Plakolm, cuyo país se unió a los Cuatro Frugales en las negociaciones de 2020, dijo que el presupuesto propuesto estaba "muy, muy lejos" de una posición que pudiera respaldar.
Piden un uso cuidadoso y prudente del dinero del contribuyente europeo
"Pedimos un uso cuidadoso y prudente del dinero de los contribuyentes europeos, y este borrador no es ni más cuidadoso ni más prudente", dijo. "El volumen del presupuesto de la UE nos parece excesivo".
Su homólogo polaco, Adam Szlapka, alabó la propuesta de Von der Leyen por su ambición y alcance, pero advirtió: "Todavía tenemos que debatirla, sobre todo en términos de cohesión y política agrícola común".
Los subsidios agrícolas y los fondos de cohesión -destinados a reducir la brecha socioeconómica entre las regiones más ricas y las más pobres- se han fusionado en un fondo mayor, con importantes cambios en su gestión y distribución. El español Fernando Sampedro puso la nota discordante al afirmar que la cifra de 2 billones de euros "no está a la altura de los retos" a los que se enfrenta el bloque.
Un presupuesto para una respuesta contundente de la UE
"Apreciamos que temas como la seguridad y la Defensa sean tratados como un bien público europeo que requiere una respuesta contundente de la Unión, pero esto no debe ser a costa de otros bienes públicos europeos como la triple transición verde, digital y social, la política de cohesión y otras áreas importantes del presupuesto que requerirán atención", dijo Sampedro.
El presupuesto a largo plazo -conocido formalmente como Marco Financiero Plurianual (MFP)- se financia a través de dos vías principales: las contribuciones nacionales de los Estados miembros, que cubren la mayor parte, y los llamados recursos propios, que son impuestos de toda la UE.
Impuestos sobre la basura digital y los productos del tabaco
En su propuesta, Von der Leyen ha sugerido reforzar la actual reserva de recursos propios con tres nuevos impuestos sobre la basura electrónica (e-waste), los productos del tabaco y las empresas con una facturación anual superior a 100 millones de euros, junto con el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) y el Mecanismo de Ajuste del Carbono (CBAM).
En total, Bruselas espera recaudar más de 58.000 millones de euros cada año a través de antiguos y nuevos recursos propios, lo que bastaría para cubrir los reembolsos de la era COVID sin pedir dinero extra a los Estados miembros ni sacrificar programas estratégicos.
Sin embargo, los gobiernos se han opuesto tradicionalmente a aumentar la capacidad de la Comisión para recaudar ingresos de forma independiente, y la última propuesta de Von der Leyen para modernizar los recursos propios de la UE sigue sobre la mesa y en el limbo.
Países nórdicos como Suecia y Finlandia ya han manifestado su oposición a nuevos impuestos, mientras que Alemania ha rechazado firmemente la idea de emitir nueva deuda común. "No vemos la necesidad de nuevos recursos propios ni de nuevos empréstitos comunes.
La respuesta no puede ser más dinero y un presupuesto mayor
"No existe el almuerzo gratis", dijo Jessica Rosencrantz, representante de Suecia. "En un momento en que los presupuestos nacionales están sometidos a una gran presión económica, la respuesta no puede ser más dinero y un presupuesto mayor. Tiene que ser una gestión responsable de unos recursos limitados, establecer prioridades y tomar decisiones difíciles", añadió.
Pero el ministro francés de Asuntos Europeos discrepó y calificó la introducción de nuevos recursos propios de condición 'sine qua non' para apoyar las prioridades estratégicas. Al término de la reunión, Piotr Serafin, comisario europeo de Presupuesto, defendió la propuesta frente al primer coro de críticas.
"Entendemos que no es el momento de pedir mayores contribuciones de los Estados miembros al presupuesto europeo", dijo Serafin en respuesta a una pregunta de 'Euronews'.
Un presupuesto de la UE para un momento crucial
"La única manera de cuadrar el círculo de ser más eficaces, más ambiciosos con respecto a la financiación de las nuevas prioridades es, por tanto, un ambicioso paquete de recursos propios".
Serafin reconoció la preocupación de los ministros, pero señaló que las discusiones se encuentran aún en "una fase muy temprana" y requieren "mucho" trabajo técnico antes de desarrollarse a nivel político de ministros y, en última instancia, de líderes.
"Europa se encuentra en un momento crucial, y me parece que todos somos muy conscientes de ello", dijo la danesa Marie Bjerre, que intervino junto a Serafin. "La situación de Europa es diferente. Necesitamos una Europa más fuerte. Necesitamos ser más ambiciosos, y creo que es algo en lo que podemos estar de acuerdo".
La Presidencia rotatoria del Consejo de la UE de Dinamarca tiene previsto ultimar antes de finales de año una ronda de negociaciones, en la que se establecerán los principios básicos sobre los que se desarrollarán las negociaciones durante los próximos dos años.