Si un país de la UE es atacado, ¿cuánto tiempo deben tardar los demás Estados miembros en permitir que tropas y equipos crucen sus fronteras para enviar refuerzos? Un nuevo plan establecería un límite al tiempo que un Estado puede retener a las fuerzas de otro.
Los Estados miembros de la UE dispondrán de solo tres días en tiempo de paz y de seis horas en caso de emergencia para permitir que tropas y equipos militares de otros países europeos crucen sus fronteras, según una nueva propuesta de 'Schengen militar' de la Comisión Europea destinada a mejorar significativamente la movilidad militar en todo el bloque.
"Hoy en día, para trasladar equipos y tropas militares de, digamos, oeste a este, desgraciadamente hacen falta meses", dijo Apostolos Tzitzikostas, comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo. "Lo que queremos es hacerlo en cuestión de días".
"No se puede defender un continente si no se puede circular por él", declaró en una sesión informativa a la que asistieron 'Euronews' y otros medios. "Está muy claro. Así que estamos creando este Schengen militar".
El llamado paquete de movilidad militar se presentará oficialmente más tarde el miércoles. Forma parte de una serie de planes anunciados por la Comisión Europea desde principios de año para reforzar de manera sustancial la defensa de la UE antes de que termine la década; para entonces, según algunas agencias de inteligencia, Rusia podría tener la capacidad de atacar a otro país europeo.
Una de las medidas clave será la agilización de los permisos de movilidad militar transfronteriza. En la actualidad, las normas de los 27 Estados miembros no están armonizadas y algunos tardan semanas en responder a una solicitud de otro país de la UE para trasladar tropas o equipos a su territorio.
La Comisión quiere reducir este plazo a un máximo de tres días en tiempos de paz y a solo seis horas en situaciones de emergencia, con la presunción de que en este último caso se concederá automáticamente.
Inversiones rápidas y a corto plazo
El plan prevé un nuevo sistema europeo de movilidad militar de respuesta reforzada inspirado en el Mecanismo de Protección Civil de la UE, que permite a los Estados miembros recibir ayuda rápidamente cuando sufren catástrofes naturales o provocadas por el hombre.
Este sistema incluirá un "fondo de solidaridad de movilidad militar", en el que los Estados miembros podrán aportar activos como vagones plataforma, transbordadores o puentes aéreos estratégicos para su uso por otros países, así como un "catálogo de movilidad militar" que recopilará activos logísticos y de transporte de doble uso pertenecientes a empresas civiles que pueden emplearse en operaciones militares.
Todo este trabajo será coordinado por un nuevo grupo de transporte de movilidad militar, integrado por un coordinador nacional de cada Estado miembro. También se dará prioridad a la financiación de un conjunto de 500 proyectos de infraestructuras identificados como necesarios para mejorar cuatro corredores militares acordados, cuya localización aún no se ha revelado.
El objetivo es modernizar carreteras, líneas ferroviarias, puertos, aeropuertos, túneles y puentes para que puedan soportar el peso y las dimensiones del equipamiento militar. "Unas redes logísticas sólidas marcan la diferencia entre ganar y perder guerras", dijo Tzitzikostas, añadiendo que "la atención se centra en inversiones a corto plazo, de ganancia rápida, para aumentar rápidamente la capacidad".
¿A qué precio?
Tzitzikostas calcula que se necesitarán 100.000 millones de euros para llevar a cabo esta labor, pero la UE apenas ha destinado hasta ahora 1.700 millones de euros a la movilidad militar en el actual presupuesto plurianual, que finaliza en 2027, una cantidad que el comisario calificó de "gota en el océano".
La propuesta para el próximo presupuesto septenal, que empezará en 2028, asciende a algo menos de 18.000 millones de euros, una cifra diez veces superior, pero todavía muy inferior al objetivo estimado. No obstante, Tzitzikostas subrayó que no es la única fuente de financiación disponible para los Estados miembros.
Dado que estas infraestructuras son de doble uso, los países podrán recurrir a los fondos de cohesión, asignados en el marco de la principal política de inversión del bloque para reducir desigualdades entre regiones, así como a los recursos del plan de préstamos de defensa SAFE.
Los Estados miembros de la UE, la mayoría también dentro de la OTAN, podrán además contabilizar estas inversiones en el nuevo objetivo de gasto de la alianza. Pero, según Tzitzikostas, "no se trata sólo de dinero. Este paquete también tiene que ver con el marco".
"La situación geopolítica actual en el mundo no es fácil, así que tenemos que aprender a movernos más rápido, a trabajar más duro y a obtener resultados mucho antes de lo que cabría esperar", afirmó.