De primeras, no parece la mejor idea del mundo: poner a maltratadores de animales en contacto con algunos perros.
Pero eso es exactamente lo que se ha hecho en la prisión de Wokkowice, al sur de Polonia, donde varios reincidentes han tenido que cuidar de estos animales como parte de un programa de rehabilitación.
Una vez concluído el programa, pudieron verse despedidas ciertamente emotivas.