Grupos de ucranianos comenzaron a preparar cócteles molotov en Kiev ante el temor de una posible intrusión rusa en la ciudad.
Enormes explosiones iluminaron el cielo a primera hora del domingo cerca de la capital, donde los aterrorizados residentes se refugiaron en casas, garajes subterráneos y estaciones de metro en previsión de un ataque ruso a gran escala.
Las autoridades mantuvieron un toque de queda de 39 horas para mantener a la gente fuera de las calles de la capital hasta el lunes por la mañana, lo que complicó la tarea de evaluar la intensidad de los combates.