Las agencias de ayuda criticaron la distribución por vía aérea de ayuda humanitaria, argumentando que los lanzamientos aéreos no son seguros en áreas congestionadas y no llegan a quienes más lo necesitan, ya que muchos paquetes caen al mar o aterrizan en zonas restringidas.
La operación se produjo poco después de que Hamás anunciara que había aceptado una propuesta de alto el fuego de los mediadores árabes en el conflicto que comenzó con su ataque del 7 de octubre de 2023.
Israel aún no ha respondido y ha delineado planes para ocupar la Ciudad de Gaza y otras áreas pobladas, lo que genera preocupaciones sobre el empeoramiento de la hambruna y el desastre humanitario.