Entre los fallecidos se encontraba la periodista independiente Mariam Dagga, de 33 años, quien había informado recientemente para Associated Press sobre niños que sufren desnutrición en el mismo hospital.
Unos testigos declararon que dos de los ataques ocurrieron en escasos minutos: el primero impactó en el cuarto piso, donde se encuentran las unidades quirúrgicas y las habitaciones de los médicos, seguido de un segundo que golpeó una escalera exterior frecuentemente utilizada por periodistas para realizar las transmisiones en vivo.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas, 192 trabajadores de medios han perdido la vida desde que comenzó la guerra, mientras que cifras de la ONU muestran que más de 1.500 miembros del personal de salud también han sido asesinados.