El Ministerio de Sanidad informó que 34 personas murieron y más de 1.300 resultaron heridas durante dos días de manifestaciones que incendiaron edificios gubernamentales y obligaron al presidente del Gobierno, Khadga Prasad Oli, a dimitir y huir.
Los residentes se apresuraron a comprar alimentos cuando el ejército levantó brevemente el toque de queda, mientras cientos llenaban el aeropuerto de Katmandú buscando vuelos debido a la creciente incertidumbre sobre quién gobierna el país. Los líderes de las protestas se reunieron el miércoles con oficiales militares para discutir el nombramiento de un líder transitorio, con algunos proponiendo a la ex presidenta del Tribunal Supremo, Sushila Karki.
Las familias dijeron que quieren honores estatales para los fallecidos y no están interesadas en compensaciones económicas. El número de muertos sigue aumentando a medida que llegan informes de víctimas de todo el país, y la búsqueda de un gobierno interino sigue sin resolverse.