Más de 300 corzos fueron rescatados de lagos helados en la región rusa de Novosibirsk tras una migración temprana que los dejó varados sobre el hielo.
Los animales, incapaces de mantenerse en pie o moverse sobre el hielo resbaladizo, fueron encontrados tumbados o deslizándose sin poder hacer nada. Pescadores locales del distrito de Karasuk trasladaron a salvo a decenas de corzos y grabaron escenas tensas.
Más tarde se sumaron equipos de emergencia con un aerodeslizador. El Ministerio de la Naturaleza indicó que la mayoría de los animales sobrevivió, aunque algunos ya habían muerto cuando llegó la ayuda.