Bélgica estuvo en el centro de la política de la UE el 19 de diciembre de 2025, cuando los líderes cerraron una larga cumbre en Bruselas tras una noche de negociaciones. El principal avance afectó a Ucrania, con un acuerdo para aportar 90.000 millones de euros adicionales para 2026 y 2027. Los fondos se articularán como préstamos respaldados por la UE, utilizando ingresos vinculados a activos estatales rusos congelados en lugar de una confiscación directa. El enfoque busca limitar los riesgos jurídicos, incluidas las preocupaciones planteadas por Bélgica, donde los activos están depositados en Euroclear.
El capítulo comercial resultó más conflictivo. El acuerdo UE-Mercosur no se cerró tras objeciones encabezadas por Italia, donde la primera ministra Giorgia Meloni reclamó mayores garantías para los agricultores.
Los líderes abordaron también el próximo ciclo presupuestario de la UE, las normas sobre migración y la ampliación, pero dejaron varias cuestiones sin resolver. Fuera de la cumbre, las protestas de agricultores añadieron presión a medida que las negociaciones se alargaban.