El papa Francisco celebra una multitudinaria misa delante de decenas de miles de cubanos en la plaza de la Revolución de La Habana.
Con su visita el pontífice alienta el reciente deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Durante su recorrido en el papamóvil, varios opositores al régimen han sido escortados para abandonar el lugar por “supuestamente” perturbar el evento.