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De vecinos para vecinos: una inmersión en el innovador sistema neerlandés de atención a los ancianos

De vecinos para vecinos: una inmersión en el innovador sistema neerlandés de atención a los ancianos
Derechos de autor euronews
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Por Hans von der Brelie
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Los Países Bajos tienen uno de los mejores sistemas de atención a las personas mayores del mundo. Pero es caro. Faltan decenas de miles de enfermeras. El país se enfrenta a enormes retos porque el número de ancianos crece rápidamente.

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Como consecuencia del fuerte aumento de los costes y la falta de personal cualificado, el sistema de cuidados de los Países Bajos es una obra en construcción interminable desde 2006: las reformas y las innovaciones están en marcha y en curso.

'Buurtzorg' es uno de los mayores proveedores de asistencia a domicilio de los Países Bajos. 'Buurtzorg' significa "ayuda vecinal", y se basa en la autogestión, distancias cortas y flexibilidad. En 2007, un grupo de 5 cuidadores fundó 'Buurtzorg', que hoy cuenta con 1.000 equipos y 15.000 miembros.

En el barrio Jordaan de Ámsterdam hablamos con Léoni. La enfermera de 'Buurtzorg' ayuda a ancianos que han optado por pasar sus últimos años en casa.

"Somos un pequeño equipo de ocho cuidadores", dice Léoni, "y todos somos iguales. Lo gestionamos todo nosotros mismos: Hacemos los horarios de nuestros clientes y decidimos cuánto tiempo pasamos con ellos. Y no se trata sólo de cuidar, sino también de hablar, y tenemos tiempo para hacerlo, porque no hay gastos generales y eso ahorra mucho dinero".

Miniequipos eficientes sin jefes: un 30% menos de costes. Por eso el concepto empieza a copiarse también en otros países.

En el recién construido barrio de Brandevoort, en el municipio de Helmond, descubrimos el segundo secreto del éxito del sistema asistencial neerlandés: se trata de trabajar en red. Iet y Marie-José forman parte de un concepto innovador, llamado "círculo de cuidados preventivos". Hoy recogen medicamentos para un vecino enfermo.

La ciudad está cubierta por una densa red de círculos de atención voluntarios. Los ayuntamientos y las compañías de seguros apoyan el concepto, porque alivia la asistencia y los servicios sociales. El concepto es bastante sencillo: residentes mayores pero vitales ayudan a sus vecinos mayores que necesitan compañía o algunos servicios básicos de asistencia.

Ton Dries es el iniciador local del círculo de cuidados preventivos en este barrio: "Hoy en día se trata sobre todo de cosas prácticas para las que la gente puede ayudarse mutuamente", dice, como pasear al perro, desmontar una cama, cortar el césped. "Pero dentro de unos años las cuestiones relacionadas con el cuidado de los demás serán más frecuentes. Es importante que la gente se conozca bien, porque así no expones tu problema de cuidados a un desconocido".

Hablamos con Yvonne Witter, una de las sociólogas gerontológicas más destacadas del país: "En Países Bajos necesitamos muchos más tipos de vivienda, soluciones entre quedarse en casa o en una residencia", dice.

Se pueden compartir viviendas; se pueden conectar generaciones entre sí y desarrollar muchas más formas de vivienda colectiva
Yvonne Witter
Socióloga gerontológica

Una de esas viviendas innovadoras es el Liv Inn de Hilversum. 150 personas viven en una comunidad muy variada: la mayoría ancianos, pero también algunos estudiantes. Jubilados con altos ingresos, pero también personas mayores que reciben prestaciones sociales. Enfermos y sanos, con o sin silla de ruedas... la palabra clave es: diversidad compartida.

Lydia estaba casada con un mecánico de coches y trabajaba como cajera y vendedora de helados. Gracias a unas ayudas a la vivienda, ahora paga dos tercios menos de alquiler que antes: "En mi anterior casa tenía menos contactos sociales que aquí, y ahora soy más activa: organizo actividades, ahora hago mucho más por los demás".

El ex camionero Ron Mokkenstorm también participa. Hoy está reparando pequeñas puertas de madera para un juego de tejo. Participación, autoorganización, solidaridad: esos son los valores básicos del Liv Inn. Además, el concepto alivia el mercado de la vivienda. "Antes vivíamos en una casa grande, pero ya no necesitábamos todas esas habitaciones. Aquí me gusta el espacio compartido de la cocina y lo acogedor", nos dice Ron.

En comparación con 2020, el número de ancianos en los Países Bajos podría casi duplicarse hasta 2040. La empresa social sin ánimo de lucro Habion gestiona unos 12.000 pisos, como el Liv Inn. El gerente Boerenfijn explica el concepto: "Las personas mayores nos lo dijeron: 'No queremos estar en una gran concentración con ancianos, queremos gente vital a nuestro alrededor, queremos gente joven'. La idea para nosotros era: cuando mezclas a la gente, envejecen juntos".

Un diez por ciento de los pisos están destinados a los jóvenes. Marieke Hillinga, de 30 años, trabaja para un fabricante de ladrillos de juguete. En el Liv Inn comparte piso con su amigo, un barquero: "Al empezar el fin de semana, bajamos a la sala común a tomar algo juntos y a socializar con los mayores. Te ríes con los demás, es muy acogedor".

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