El presidente español participó en el foro Democracia Siempre junto a Boric, Lula, Petro y Orsi. Alertó del auge del extremismo y la manipulación digital. El foro reúne a líderes regionales y académicos para abordar desafíos como la desinformación y la gobernabilidad.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha comenzado este lunes en Chile una gira por América Latina que incluye su participación en un foro internacional sobre la defensa de la democracia y reuniones vinculadas al impulso del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Este viaje, el último antes del periodo estival, forma parte de una estrategia del Ejecutivo español para fortalecer los lazos entre la UE y América Latina, según fuentes gubernamentales.
Foro Democracia Siempre en Santiago
Sánchez ha intervenido en el foro Democracia Siempre, organizado por el presidente chileno Gabriel Boric en el Palacio de La Moneda. Durante su intervención, Pedro Sánchez hizo un llamamiento a los líderes progresistas de América Latina a "dar un paso al frente" y "pasar a la ofensiva" frente al avance de la extrema derecha. El presidente del Gobierno español advirtió de que la democracia está amenazada por una "coalición de intereses entre oligarcas y la ultraderecha" que, según señaló, representa una "amenaza real" tanto en América como en Europa.
Sánchez denunció que esta "internacional del odio y la mentira" se extiende por ambos continentes, por lo que consideró un "deber moral" defender los valores democráticos en todos los frentes: "en las calles, en los periódicos, en las redes y en las organizaciones multilaterales, en todos los idiomas y sin importar las convicciones". A su juicio, la "derecha tradicional ha desertado" de los consensos básicos y ha adoptado el discurso de la ultraderecha, lo que obliga a los gobiernos progresistas a actuar incluso "solos", si es necesario.
Como principales líneas de actuación, Sánchez propuso reforzar las instituciones, combatir la desinformación -con especial atención a que los algoritmos "no debiliten la cohesión social"- y reducir la desigualdad, "donde la ultraderecha encuentra el caldo de cultivo". "La ultraderecha vive del miedo, se alimenta de la nostalgia y por eso, es crucial avanzar", remarcó. Además, anunció que España acogerá en 2026 la próxima edición de esta cumbre, que este año tuvo lugar en Santiago de Chile.
El objetivo del foro es promover una reflexión conjunta sobre el estado de las instituciones democráticas y proponer medidas de cooperación entre los países participantes. La iniciativa tiene su origen en una reunión previa celebrada el año pasado durante la Asamblea General de la ONU, impulsada por Lula y Sánchez. Cada líder se ha encargado de abordar un eje temático.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió el papel del progresismo como faro en tiempos de incertidumbre. "Cuando llegan las tinieblas, el progresismo debe encender la luz", afirmó. Petro subrayó que los líderes allí reunidos profundizaron sus acuerdos sobre retos clave como la crisis climática, la inteligencia artificial, la paz mundial y la defensa de la democracia y la libertad.
En palabras de Boric, la democracia "está amenazada en el mundo". "Esta amenaza no se limita a la fuerza militar, como ocurrió en América Latina durante la segunda mitad del siglo XX. En cambio, existen elementos más sutiles que la socavan y se normalizan: la desinformación, el extremismo de cualquier tipo, el auge del odio, la corrupción, la concentración de poder y la desigualdad que erosiona la confianza en las instituciones públicas y el Estado de derecho", concluyó el mandatario. Y continuó: "En este contexto, donde se explota la desafección hacia los valores democráticos, algunos, desde diversas tendencias políticas, presentan el extremismo y el autoritarismo como una solución eficaz. Como si la mano dura, silenciar voces, prohibir la disidencia o ridiculizar al adversario fuera suficiente para resolver problemas fundamentales".
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reconoció el "descrédito" en el que han caído los partidos y el sistema político, una situación que, a su juicio, ha favorecido el ascenso de la ultraderecha. Ante lo que calificó como una "nueva ofensiva antidemocrática", Lula instó a los gobiernos progresistas a responder "con acciones concretas y urgentes". Entre las medidas planteadas, destacó la necesidad de regular las redes digitales, garantizar la transparencia de datos, y avanzar hacia una gobernanza digital global, así como reforzar el multilateralismo y las instituciones democráticas, ya que -dijo- "cumplir con el ritual electoral cada cuatro años no es suficiente".
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, instó a "aterrizar la democracia" en cuestiones concretas que la ciudadanía pueda sentir como propias. Durante la declaración conjunta de los líderes latinoamericanos, Orsi subrayó que fortalecer la democracia requiere autocrítica sobre su pérdida de credibilidad y un esfuerzo real para frenar el avance de los extremos. Solo así, dijo, se podrá reivindicar la igualdad, la libertad y el diálogo como pilares esenciales de la convivencia democrática.
Agenda con académicos y sociedad civil
Los presidentes se reúnen también con intelectuales invitados, entre ellos el economista y Nobel estadounidense Joseph Stiglitz, la filósofa Susan Neiman y el economista surcoreano Ha-Joon Chang. Hay también un encuentro con más de 300 representantes de organizaciones de la sociedad civil chilena.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció que más adelante países como México, Reino Unido, Canadá, Sudáfrica, Dinamarca, Australia y Honduras se sumarán a la alianza internacional en defensa de la democracia impulsada por líderes progresistas.