La demanda de todo tipo de material pornográfico de menores, a través de Internet, alcanza niveles máximos y los últimos datos revelan que más de la mitad del contenido explícito que circula, proviene de servidores europeos.
Tanto los pedófilos como sus víctimas son cada vez más jóvenes, incluso hay casos documentados de abusos a bebés y a niños pequeños por parte de sus propios familiares. Al menos el 9% de las víctimas registradas en 2012 eran niños, un tercio más que el año anterior.
Un desafío para las autoridades europeas, que dispondrán en breve de un instrumento muy valioso, una nueva Directiva para perseguir el abuso y la explotación sexual de menores en la red y que será de aplicación en el conjunto de la Unión Europea.