El Parlamento francés votó esta semana a favor de prohibir las 'llamadas en frío' de empresas sin consentimiento explícito. Pero, ¿funcionará? ¿Y cómo se pueden evitar las llamadas fraudulentas?
Todos conocemos esa sensación: Suena el teléfono en el bolsillo y contestas para que alguien intente venderte una nueva oferta de internet. Si los diputados franceses se salen con la suya, este tipo de llamadas serán cosa del pasado.
El Parlamento francés aprobó el lunes una nueva normativa que prohíbe las llamadas comerciales no solicitadas de las empresas. Se trata de una enmienda a un proyecto de ley contra el uso fraudulento de subvenciones públicas, sobre todo en el sector de la renovación energética.
¿Cuál es el problema de las llamadas en frío?
Según un estudio de la asociación de consumidores UFC-Que Choisir, el 97% de los consumidores franceses se declaran molestos por las llamadas en frío de las empresas.
"El grupo Ecologista y Social ha querido ante todo ser útil en la defensa de los ciudadanos víctimas de estafas y fraudes inaceptables y perjudiciales para la transformación esencial del país, en particular en materia de sobriedad energética", declaró Delphine Batho, la diputada de Generación Ecologista que presentó la enmienda.
Con la propuesta, el sistema actual pasaría de la exclusión voluntaria de los consumidores a la inclusión voluntaria. Las empresas tendrían que obtener el consentimiento explícito de los clientes para ponerse en contacto con ellos con fines de venta. El proyecto aún debe ser aprobado por el Senado, pero cuenta con un amplio apoyo.
¿Reducirá la nueva ley las estafas?
Sin embargo, algunos se muestran escépticos sobre su efecto real, sobre todo en la reducción del fraude.
Francia ya ha introducido varias medidas para combatir el problema. En 2016, se creó un servicio gratuito que permite a los particulares registrar sus números de teléfono para bloquear las llamadas de telemarketing. Sin embargo, la escasa aplicación de la normativa hizo que muchas empresas siguieran ignorándola.
En los últimos años también se han prohibido las llamadas en frío procedentes de determinados sectores, como el de la renovación energética. El telemarketing también se ha limitado al horario de lunes a viernes, de 10:00 a 13:00 y de 14:00 a 20:00.
Pero el problema persiste.
"El problema no es prohibir las llamadas en frío (para reducir las estafas), sino saber cómo disponen los centros de llamadas de nuestra información y por qué la utilizan a este nivel", explica a 'Euronews' Centho, un investigador francés de estafas online.
"Sin la información sobre las personas a las que van a llamar, no pueden ponerse en contacto con nosotros. Así que la pregunta que me hago es ¿qué va a cambiar? En concreto, ¿dejarán los centros de llamadas de llamar a la gente de la noche a la mañana? No, una ley no va a impedirlo".
Mientras tanto, hay formas de protegerse contra las llamadas fraudulentas. Los expertos dicen que hay que desconfiar de todas las llamadas que se reciban, no dar nunca los datos bancarios o el PIN por teléfono y ser consciente de las tácticas de presión en las que el interlocutor dice que se debe dinero o que hay que actuar con rapidez.