La Comisión Europea presenta su Escudo de la Democracia para defender a la UE de la desinformación y la intromisión de países como Rusia. Sin embargo, varias ONG y eurodiputados advierten de que el plan tiene muchas promesas y pocos medios.
La Comisión Europea ha presentado este miércoles su nuevo Escudo de la Democracia: una hoja de ruta para proteger mejor las democracias y los procesos electorales de las injerencias extranjeras o la manipulación de la información, incluidas las que se originan dentro del propio bloque.
En el centro de esta estrategia se encuentran Rusia y sus "representantes estatales o no estatales", que durante más de una década han llevado a cabo campañas de desestabilización en línea en toda la UE. Estos esfuerzos se han visto amplificados por el rápido desarrollo de nuevas tecnologías que hacen más convincente la información falsa y más viral su difusión. Las recientes elecciones han demostrado lo perjudiciales que pueden ser las campañas en línea para los procesos democráticos.
El pasado diciembre, en Rumanía, el Tribunal Constitucional anuló las elecciones presidenciales después de que los servicios de inteligencia descubriesen indicios de una campaña rusa para influir a los votantes a favor del candidato ultranacionalista Calin Georgescu.
Mientras tanto, en Moldavia -país candidato a entrar en la UE- las plataformas de redes sociales se llenaron de desinformación en vísperas de las elecciones parlamentarias de septiembre. Mediante inteligencia artificial, los 'bots' inundaron las secciones de comentarios con mensajes que ridiculizaban a la UE y al partido proeuropeo antes de la votación.
¿Qué es el Escudo de la Democracia de Bruselas?
"Nuestra Europa puede morir", advirtió el presidente francés, Emmanuel Macron, durante su discurso en la Sorbona en abril de 2024. La Comisión asegura que el 'Escudo de la Democracia' no solo es necesario para "preservar los valores de la UE, sino también para garantizar la seguridad de Europa y salvaguardar su independencia, libertad y prosperidad".
En un documento de presentación de 30 páginas, la Comisión expone su plan para "reforzar la resistencia democrática en toda la Unión". Pero a pesar de la fuerte retórica, la iniciativa viene acompañada de pocas medidas concretas.
La pieza central del Escudo de la Democracia es la creación de un Centro Europeo para la Resistencia Democrática. Su objetivo será identificar las operaciones de desestabilización, reunir la experiencia de los Estados miembros y coordinar el trabajo de las redes de verificación de datos ya establecidas por la Comisión.
Sin embargo, la participación en este centro es puramente voluntaria para los miembros. La eurodiputada francesa Nathalie Loiseau (Renovar Europa), que preside la comisión que ha conformado la iniciativa, cree que la UE debería haber ido más lejos. "Hay cierta timidez en este Escudo de la Democracia. Es cierto que algunos poderes siguen siendo nacionales y que la Unión Europea no puede imponerse", ha declarado Louiseau a 'Euronews'.
"Pero recordemos que, al igual que con las plataformas en línea, donde la Comisión confió durante mucho tiempo en su buena voluntad solo para darse cuenta de que no existía, es hora de construir algo que proteja realmente a los individuos, a los ciudadanos europeos, incluso contra los Estados que intenten socavar la democracia".
El Ejecutivo de la UE ha hecho especial hincapié en incluir a los candidatos de la UE en este plan defensivo, pero también podría "preverse la cooperación con socios de ideas afines, y eso es algo que desarrollaremos durante el próximo periodo", ha declarado ante los periodistas el comisario europeo de Democracia y Estado de Derecho, Michael McGrath.
Este responsable del nuevo expediente también ha explicado que la naturaleza del centro evolucionaría en el futuro, "ya que la naturaleza de la amenaza a la que se enfrentará está en constante evolución". La Comisión también ha propuesto "crear una red voluntaria de personas influyentes para dar a conocer las normas pertinentes de la UE y promover el intercambio de buenas prácticas", con el fin de exigir responsabilidades a las personas influyentes que participen en campañas políticas.
Grandes promesas... y poco dinero
Sin embargo, tanto las medidas concretas como su financiación siguen sin estar claras. "Tiene que haber financiación para hacer esto realmente, de lo contrario acaba siendo pura palabrería", dice a 'Euronews' Omri Preiss, director general de la organización Alliance4Democracy.
Aunque reconoce que se trata de un paso importante, Preiss subraya que se calcula que el Gobierno ruso gasta entre 2.000 y 3.000 millones de euros al año en este tipo de operaciones de influencia, mientras que "la UE no está haciendo realmente nada equivalente". La asignación de fondos dependerá también del resultado del debate presupuestario de la Comisión, actualmente en negociación.
Para Loiseau, proteger la democracia significa que la Comisión debe aplicar primero las normas que adoptó para regular su esfera en línea. "Me temo un poco que a Ursula von der Leyen le haya temblado la mano", ha dicho.
"El comportamiento de plataformas como TikTok plantea muchas preguntas y, más aún, la connivencia entre la Administración estadounidense y sus plataformas", añadió Loiseau. "En ese frente, parece que a Ursula von der Leyen le cuesta dar el siguiente paso. Nos dice que aplicará la legislación que hemos aprobado y eso espero. Pero debemos ir más allá".
Ya se han adoptado varias normas destinadas a proteger los procesos electorales. Desde 2023, la Ley de Servicios Digitales exige una mayor transparencia en los algoritmos de recomendación e incluye disposiciones para reducir los riesgos de manipulación política.
Por su parte, la Ley de Inteligencia Artificial aprobada el año pasado obliga a etiquetar las falsificaciones profundas generadas por IA. La Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación, que entró en vigor este verano, está concebida para garantizar tanto la transparencia como la libertad de los medios en todo el bloque.
Sin embargo, bajo la presión de los gigantes tecnológicos estadounidenses respaldados por la Administración Trump, las sanciones de la Comisión tienen que materializarse, a pesar de las serias sospechas de manipulación de la información e interferencia algorítmica.
"Estas normas reflejan la voluntad de quienes nos eligieron. Hacerlas cumplir es el primer paso para construir el Escudo para la Democracia", ha expresado el grupo centrista Renovar en el Parlamento Europeo. "Es imperativo garantizar que la Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación se aplique plenamente en toda la Unión Europea".
"Las medidas se aplicarán gradualmente hasta 2027", ha asegurado el comisario McGrath. Ese año será una prueba decisiva de la resistencia del Escudo en la guerra de la información, ya que los ciudadanos de los principales Estados miembros de la UE -en principio Francia, Italia y España- acudirán a las urnas.