Castilla y León, Andalucía y Cataluña concentran el grueso de las 1.199 localidades españolas que tendrán que ejecutar, a partir de este lunes, el protocolo establecido por el Ministerio de Agricultura ante el avance de la gripe aviar en Europa.
"Serenidad y tranquilidad, pero también rigor y responsabilidad", ha declarado Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, ante las medidas ya anunciadas el día 7 y aprobadas hoy, lunes, de cara a la propagación de la gripe aviar en diversas instalaciones agroganaderas españolas.
Entre estas reglas se incluye el confinamiento de las aves de corral en aquellas zonas consideradas de especial riesgo. Se trata de un total de 1.199 municipios repartidos entre Andalucía (197), Aragón (128), Canarias (1), Cantabria (31) Castilla y León (250), Castilla-La Mancha (18), Cataluña (224), la Comunidad de Madrid (16), Comunidad Valenciana (138), Extremadura (99), Galicia (40), Islas Baleares (14), La Rioja (6), Navarra (12) País Vasco (6), el Principado de Asturias (8) y la Región de Murcia (11).
Entre la normativa aprobada, se encuentra la prohibición de mezclar determinados tipos de especies (gansos, patos...) con las posibles aves afectadas; ofrecerles agua a la que puedan haber tenido acceso otros ejemplares silvestres; su cría al aire libre o su presencia en cualquier tipo de certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones y celebraciones culturales.
Los consumidores españoles están notando esta crisis de forma indirecta en sus supermercados. Los precios de los derivados avícolas, como los huevos, han aumentado su precio tras el sacrificio de varias aves afectadas, que las organizaciones profesionales estiman en unos dos millones y medio de gallinas. El sector de la carne de ave estaría menos afectado porque su producción se desarrolla, principalmente, en granjas cerradas.
Aunque es Alemania quien encabeza las estadísticas, España ocupa la cuarta posición europea según los últimos datos registrados al respecto. La Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), su nombre científico, causa frecuentemente una enfermedad grave de carácter sistémico y muy contagiosa, con una elevada mortalidad en las explotaciones avícolas comerciales.
Para el resto del territorio nacional, el Ministerio ha solicitado a las autoridades autonómicas competentes que refuercen sus campañas de información, concienciación y vigilancia de los ganaderos que puedan verse afectados por esta crisis.