Puede que no haga milagros, pero la Navidad mejora la convivencia en la cárcel Hungria de Río de Janeiro. Cientos de reclusas han pasado las últimas semanas adornando bloques y celdas con motivos navideños fabricados con materiales reciclados: tapones de botellas, papel de aluminio, cartones. También han contado con telas donadas por organizaciones benéficas para confeccionar trajes, utilizados para hacer actuaciones teatrales.
Puede que no haga milagros, pero la Navidad mejora la convivencia en la cárcel Hungria de Río de Janeiro. Cientos de reclusas han pasado las últimas semanas adornando bloques y celdas con motivos navideños fabricados con materiales reciclados: tapones de botellas, papel de aluminio, cartones. También han contado con telas donadas por organizaciones benéficas para confeccionar trajes, utilizados para hacer actuaciones teatrales.
Todos los años, cuando llegan esta fechas, el penal celebra un concurso de decoración y de actuación.