La ruptura en el Etna emergió en las primeras horas del jueves a unos 3.000 metros, liberando un flujo constante que por la tarde había descendido a 2.900 metros, según Giuseppe Amendolia del equipo de Guías Alpinos que trabaja en el flanco sur del volcán. Imágenes de drones capturaron a turistas con cascos, guiados por expertos, acercándose a la lava para observarla más de cerca.
Con una altura de unos 3.300 metros y cubriendo aproximadamente 1.200 kilómetros cuadrados, el Etna es el volcán activo más grande de Europa y un destino habitual para excursiones organizadas.