Los medios de comunicación de Austria y Alemania se hacen eco del monumetal escándalo en el que está inmersa una compañía con sede en la nación alpina. La empresa vendió, supuestamente, productos realizados con huevos podridos.
Sobran huevos y falta higiene en una parte del sector de la alimentación austríaca. Los medios de comunicación de Austria y Alemania se hacen eco del monumental escándalo en el que está inmersa una compañía con sede en la nación alpina. La empresa vendió, supuestamente, productos realizados con huevos podridos. Almacenados en grandes cantidades, los huevos presentaban rastros de impurezas, hogos e incluso gusanos, y, al parecer, fueron empleados en la producción de una materia prima utilizada en la producción industrial de alimentos así como en panaderías. El escándalo se destapó tras una denuncia anónima a pesar de que ya existían acusaciones contra la empresa. Unas acusaciones que conocieron las autoridades hace algunos meses pero a las que no reaccionaron hasta que los medios de comunicación sacaron a la luz el grave asunto. Mientras los dirigentes de la compañía guardan silencio, la investigación para esclarecer los hechos, sigue su curso.