Los servicios impulsan el crecimiento de la eurozona, pero la debilidad del sector manufacturero y el aumento de los costes siguen lastrando la economía.
La actividad empresarial en la eurozona se mantuvo firme en noviembre, mantuvo el sólido ritmo de crecimiento de octubre, la mayor expansión en más de dos años, gracias sobre todo a la resiliencia del sector de servicios.
No obstante, las encuestas mostraron un fuerte aumento de los costes de los insumos para las empresas, posiblemente impulsado por aranceles más altos y el incremento de los costes de la electricidad.
Los datos preliminares del Índice de Gestores de Compras (PMI) publicados el jueves por S&P Global mostraron que el PMI compuesto de la eurozona bajó ligeramente a 52,4 desde 52,5 en octubre, en línea con lo previsto.
El sector de servicios siguió siendo el motor del crecimiento, con la actividad en 53,1, su nivel más alto desde mayo de 2024, contrario a las previsiones de una ligera desaceleración.
La manufactura, en cambio, perdió impulso, con el PMI cayendo a 49,7, su lectura más débil en cinco meses, lo que pone de manifiesto las dificultades persistentes del sector.
Pese al avance sostenido en conjunto, el ritmo de los nuevos pedidos se debilitó en noviembre, ya que la debilidad de la demanda externa siguió lastrando las perspectivas empresariales. Los pedidos de exportación, incluido el comercio dentro de la eurozona, volvieron a caer por segundo mes, igual que en octubre.
Aumentan los costes de los insumos, pero las empresas no logran trasladarlos
Las presiones inflacionistas reaparecieron por el lado de los insumos. Los precios de los insumos subieron al ritmo más rápido desde marzo, impulsados por mayores incrementos de costes entre los proveedores de servicios y por el repunte de la inflación de insumos en la industria, en esta última el aumento más acusado en ocho meses.
Sin embargo, las empresas parecieron cada vez menos capaces de trasladar estos costes a los clientes.
La inflación de los precios de venta se moderó hasta su ritmo más lento en más de un año, lo que sugiere márgenes más estrechos en el sector privado.
Las compañías manufactureras mantuvieron los precios sin cambios, mientras que el crecimiento de los precios en los servicios se moderó hasta su nivel más bajo desde abril de 2021.
El Dr. Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, afirmó que la divergencia entre la evolución de los costes y de los precios de venta refleja una presión creciente sobre los márgenes de beneficio.
"El BCE no verá con buenos ojos la aceleración de la inflación de costes en el sector servicios", señaló, aunque añadió que la moderación de la inflación de precios de venta probablemente mantenga a raya las preocupaciones de política monetaria.
"Esperamos que los tipos de interés se mantengan sin cambios en diciembre", añadió.
Tendencias divergentes, Alemania se frena, Francia se estabiliza
Alemania, la mayor economía del bloque, siguió expandiéndose en noviembre, aunque mostró signos de desaceleración en su ritmo de crecimiento.
El PMI compuesto alemán descendió a 52,1 desde 53,9 en octubre, con la manufactura y los servicios perdiendo impulso. La actividad manufacturera bajó a 48,4 y el índice de servicios retrocedió a 52,7.
"Estas cifras suponen un revés importante para Alemania", advirtió de la Rubia.
"Aunque la producción es algo mayor que el mes anterior, los nuevos pedidos han caído con fuerza y la economía avanza a trompicones hacia un crecimiento marginal, en el mejor de los casos, en el cuarto trimestre."
Por el contrario, Francia mostró signos de estabilización tras meses de contracción.
El PMI compuesto subió a 49,9 desde 47,7 en octubre, impulsado por el repunte de los servicios, cuyo índice avanzó a 50,8, su primera lectura en expansión este año. La manufactura siguió débil y retrocedió a 47,8.
Fuera de Alemania y Francia, el resto de la eurozona registró la mayor mejora, con la actividad empresarial creciendo al ritmo más rápido desde abril de 2023.
Reacción de los mercados
Los mercados globales sufrieron presión el viernes, arrastrados por la venta masiva del sector tecnológico en Wall Street el día anterior. Pese a los buenos resultados trimestrales de Nvidia, los inversores siguieron deshaciendo posiciones en valores tecnológicos por temor a valoraciones elevadas.
El retroceso se vio además alimentado por la caída de las expectativas de un recorte de tipos en diciembre por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. La valoración del mercado apunta ahora a solo un 30% de probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en la reunión del 10 de diciembre. El Nasdaq 100 cerró el jueves con un descenso del 2,38%. Mientras, el índice de volatilidad de la CBOE (VIX), barómetro del miedo en los mercados, se disparó más de un 11% y superó el nivel de 25, un 50% más en lo que va de mes.
En Europa, las bolsas siguieron la tónica, con los bancos y los valores industriales encabezando las caídas.
El índice Euro STOXX Banks caía un 1,3% a media mañana en Fráncfort, con ING Groep y Deutsche Bank perdiendo ambos un 1,7%.
El DAX de Alemania cedía alrededor de un 1%, negociándose cerca del nivel de 23.000. Siemens Energy y Rheinmetall estaban entre los valores más castigados, con caídas del 7,3% y del 5,4%, respectivamente.
El Euro STOXX 50 también bajaba más de un 1%, lastrado por un descenso del 6% de la fabricante de chips ASML Holding NV. El FTSE MIB de Italia caía un 1,1%, con la empresa de defensa Leonardo Spa perdiendo casi un 6%.
El CAC 40 francés mostró mayor resistencia y apenas retrocedió un 0,5%, aunque Schneider Electric cayó un 2,5%.