Sin embargo, ambas partes se han acusado mutuamente de violar el acuerdo, lo que aumenta la incertidumbre sobre si la tregua puede durar lo suficiente para avanzar hacia la siguiente fase del plan.

Según el acuerdo, Hamás debía liberar a todos los 48 rehenes vivos y fallecidos restantes antes del lunes. El grupo entregó a 20 cautivos supervivientes y 10 cuerpos, aunque las autoridades israelíes más tarde dijeron que uno de los cadáveres no pertenecía a un rehén. La Oficina del primer ministro de Israel ha exigido desde entonces la devolución de todos los cuerpos restantes, mientras que Hamás ha acusado a Israel de violar el alto el fuego con ataques que han matado a más de 20 personas en los últimos días.

A pesar de la tensión, algunos signos de calma han regresado a Gaza. Los residentes han comenzado a regresar a la ciudad de Gaza, una vez devastada por meses de bombardeos, con familias viajando al norte con sus pertenencias en camiones y reconstruyendo refugios improvisados en terrenos despejados. La tregua ha traído un breve respiro para los civiles, pero ambas partes siguen divididas sobre la implementación de los próximos pasos del plan de paz, incluyendo el desarme de Hamás y la retirada militar de Israel del enclave.