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Los videojuegos pueden tener un impacto positivo sobre la salud mental según un estudio

Personas sosteniendo los mandos de una consola de videojuegos
Personas sosteniendo los mandos de una consola de videojuegos Derechos de autor Canva
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Por Gabriela Galvin
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Un sorteo de consolas Nintendo y PlayStation en Japón se convierte en un experimento natural sobre cómo afectan los videojuegos al bienestar de las personas.

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Jugar a videojuegos puede ser bueno para la salud mental, según un nuevo estudio realizado en Japón durante la pandemia de COVID-19.

Cuando la pandemia puso patas arriba las cadenas de suministro mundiales en 2020, la demanda de videojuegos superó con creces la oferta disponible, por lo que los minoristas japoneses utilizaron un sistema de sorteo para decidir quién podía comprar dos consolas principales, la Nintendo Switch y la PlayStation 5 (PS5).

En ese momento, los investigadores vieron la oportunidad de realizar un experimento natural sobre cómo funcionaba esta distribución aleatoria. Encuestaron a casi 98.000 personas -incluidas unas 8.200 que participaron en el sorteo- y descubrieron que conseguir una consola frenaba la angustia psicológica de la gente y mejoraba sus niveles de satisfacción vital.

Según el estudio, publicado en la revista 'Nature Human Behaviour', jugar también mejoraba su salud mental global. En términos reales, el impacto en los jugadores fue probablemente "menor pero perceptible", declaró a 'Euronews Salud' Nick Ballou, investigador posdoctoral del Oxford Internet Institute que estudia la relación entre el juego y la salud mental, pero que no participó en la investigación.

La dinámica de la pandemia de COVID-19 podría haber distorsionado los resultados, ya que la salud mental de la gente era peor, había menos posibilidades de socializar y de dedicarse a otras aficiones, sobre todo en los primeros meses.

"Tenemos muchas pruebas de que la gente recurrió a los juegos como salvavidas al principio de la pandemia", afirma Ballou. En su propio trabajo descubrió que los juegos ayudaron a algunas personas a sobrellevar la carga mental de la época del COVID-19. Aun así, el estudio de Japón es uno de los primeros en establecer una relación causal entre los videojuegos y la salud mental.

Los investigadores también detectaron diferencias entre las consolas: la PS5 tenía más efectos sobre los niños y los hombres, así como los "jugadores empedernidos", mientras que la Switch favorecía "ligeramente" a las niñas y a las mujeres, así como a las personas que no habían jugado mucho antes de ganar el sorteo.

Mike Cook, profesor titular de informática en el King's College de Londres, que no participó en el estudio, dijo en un comunicado que "Esto pone de relieve un montón de preguntas interesantes para el futuro sobre cómo los diferentes productos afectan a nuestras vidas de diferentes maneras".

Preocupación por la adicción a los videojuegos

Más de la mitad de la población europea juega habitualmente a videojuegos. Solo en 2022, el sector ingresó 23.480 millones de euros en la Unión Europea. Sin embargo, a pesar de su popularidad, los videojuegos llevan tiempo suscitando la preocupación de padres, responsables políticos y expertos en salud.

En una controvertida medida de 2018, la Organización Mundial de la Salud clasificó el trastorno de juego como un síndrome clínico caracterizado por la falta de control sobre el juego, darle prioridad sobre la vida cotidiana y otras actividades, y seguir jugando a pesar de las "consecuencias negativas" para sus relaciones con la familia o los amigos, la educación, el trabajo o la vida personal.

En el Reino Unido, las personas con adicción al juego pueden recibir tratamiento médico en el Centro Nacional de Trastornos del Juego del Servicio Nacional de Salud. Entre octubre de 2019 y marzo de 2023, 745 personas fueron derivadas a la clínica.

Más allá de la adicción en sí, otros estudios han obtenido resultados dispares sobre el vínculo entrevideojuegos, la salud mental, la agresividad y la función cognitiva. Este último estudio puede ayudar a cambiar la narrativa en torno a los videojuegos, y a clarificar la diferencia entre los jugadores que obtienen beneficios reales de jugar y aquellos que tienen problemas precisamente ello.

"La estigmatización de los videojuegos sigue existiendo, pero el discurso se ha matizado: para la mayoría de la gente, en la mayoría de los casos, los beneficios superan a los perjuicios, pero no cabe duda de que hay personas que sufren daños", afirma Ballou.

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