París poco a poco, a lo largo del domingo, ha ido recobrando la normalidad tras los disturbios ocurridos este sábado durante la cuarta semana de protestas de los denominados ‘chalecos amarillos’.
Los monumentos han vuelto a abrir y las cuadrillas de limpieza se han puesto a trabajar a destajo en las calles. Las tiendas, algunas, han reabierto y otras han destapado sus escaparates. Antes de las protestas, las tiendas a lo largo de la elegante avenida Champs-Elysees Avenue y la elegante Avenue Montaigne cerraron sus escaparates como si estuvieran preparándose para un huracán.
Pese a ello los manifestantes llegaron a arrancar algunos contrachapados que protegían los cristales para, posteriormente, lanzar bengalas y piedras.