Cientos de manifestantes han bloqueado la entrada a la radiotelevisión estatal de Serbia en la capital, Belgrado, culpando a la cadena de realizar una cobertura que favorece al Gobierno del presidente Aleksandar Vučić.
Una manifestación similar fue organizada en la segunda ciudad más grande del país, Novi Sad. Aunque el motivo directo que alimenta las protestas desde noviembre fue la muerte de 16 personas tras el derrumbe de una marquesina en esta última ciudad, las razones subyacentes son la corrupción imperante en el Ejecutivo serbio y las acusaciones de autoritarismo del presidente Vučić, quien hizo dimitir a su primer ministro para intentar acallar las protestas.