Las manifestaciones coincidieron con una reunión del Consejo de Ministros de España, en la que se esperaban nuevas medidas en respuesta a lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descrito como “genocidio”. Sin embargo, estas no incluirán el embargo de armas previamente anunciado.
En Madrid, alrededor de cien personas se reunieron en la Puerta del Sol, mientras que un número similar bloqueó una calle en Barcelona. Los manifestantes llevaban pancartas y gritaban consignas, instando a España a cancelar inmediatamente 46 contratos de defensa vinculados a empresas israelíes.