Protestas similares tuvieron lugar en Jerusalén, donde los familiares de los rehenes mantuvieron un campamento frente a la residencia del presidente del Gobierno, Benjamin Netanyahu.
Las manifestaciones coincidieron con el anuncio del Ejército israelí de una gran ofensiva terrestre en la Ciudad de Gaza tras los bombardeos nocturnos. Al Jazeera informó que al menos ochenta y nueve personas, la mayoría en la Ciudad de Gaza, fueron asesinadas desde el amanecer.
Las protestas también siguieron a la publicación de un informe de la Comisión de Investigación Independiente Internacional de la ONU, que concluyó que Israel está cometiendo genocidio en Gaza bajo cuatro de las cinco categorías de la convención de 1948.
Israel rechazó la acusación, citando su derecho a la legítima defensa tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1.100 muertos y unos 250 secuestrados. Las autoridades sanitarias de Gaza informan de más de 64.800 muertos y más de 164.000 heridos desde el inicio de la guerra.